El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indaga si Florentino Elizondo Ríos, de 40 años, a quien se le vincula con cinco crímenes, tiene perfil de psicópata.
Este sujeto fue detenido el domingo en una zona montañosa de Bribrí (Talamanca), donde se escondía de la Policía.
“Se está recopilando información de los sitios, versiones de testigos y de las personas de referencia, que conocen tanto a las víctimas como al victimario. Hay que ver los perfiles de las víctimas para relacionarlas con algún modus operandi o alguna preferencia”, explicó Geovanni Rodríguez, subdirector a.í. de la Policía Judicial.
El funcionario resaltó que también será determinante un análisis psicológico forense, el cual será solicitado conforme avance el proceso.
“El estudio podría determinar qué tipo de conducta tiene: puede ser psicópata, sociópata, esquizofrénica...”, agregó.
La conducta psicópata es un trastorno de la personalidad que se caracteriza por ignorar las reglas de la sociedad, una marcada manipulación, ausencia de remordimiento y la planificación de actos, como el homicidio.
En Costa Rica, entre 1986 y 1996, se le atribuyeron 19 homicidios a un personaje desconocido a quien se llamó el Psicópata.
Se cree que este individuo estaba obsesionado con asesinar mujeres y parejas de novios.
Rodríguez dijo que, de momento, se sabe que Elizondo es un jornalero y cazador, y que es violento y posesivo. Resaltó que, al parecer, no tiene preferencia por un tipo de arma.
Tipo de asesino. A Elizondo se le vincula con las muertes de José Luis Torres Torres, de 21 años, y José García García, de 23, ocurridas el 14 de octubre en Rancho Grande de Paraíso, Talamanca.
Además, las autoridades estiman que podría estar ligado con el crimen de otra persona, cuyos restos fueron hallados este lunes en Suerre de Jiménez, Pococí. La Policía indaga si la víctima es el peón nicaragüense William Duarte Gaitán, de 57 años.
También se sospecha de él por las desapariciones de los finqueros Santiago Gerardo Campos Oviedo, de 57 años, y Gonzalo Laguna Vega, de 59, a quienes se les vio en esa misma zona de Pococí.
El criminólogo y exagente pensionado del OIJ, Gerardo Castaing, consideró que, en este caso, podría tratarse un asesino múltiple –que mata porque comete otro delito, como un robo– y no de un asesino en serie, cuya motivación suele ser el poder o razones de índole sexual. Además, indicó que podría ser un psicótico y no un psicópata.
“El psicópata sabe lo que está haciendo. No obedece a reglas de la sociedad, sino a las propias. No tiene remordimiento y hace de la mentira un arte”, explicó.
Explicó que quien tiene ese tipo de trastorno, planea cómo cometer el homicidio y su comportamiento posterior no muestra indicios de lo que hizo. En cuanto al psicótico, Castaing detalló que, generalmente, se trata de enfermos de esquizofrenia paranoide; son personas que presentan delirios y oyen voces, las cuales podrían ordenarle matar.
No obstante, coincidió en que se requiere conocer más elementos de la persona, así como de cada crimen, para delinear el perfil.
Móviles. Aunque las autoridades no tienen claras las razones por las que Elizondo habría matado a sus víctimas, el OIJ posee información de que uno de los desaparecidos en Pococí lo había increpado por el robo de un arma.
En el caso de los cuerpos que aparecieron en Talamanca, algunas versiones indicaron que los crímenes se dieron a raíz de una disputa por un plantío de marihuana, pero este todavía no ha sido localizado.
Elizondo fue sentenciado en 1993, cuando fungía como vigilante de un hotel en Barra del Colorado y mató de un balazo a su patrón, Guido Argüello Chaves. Lo hizo porque este le llamó la atención por llevarse una lancha sin permiso.