El anciano que fue asesinado este jueves se había jubilado desde hacía unos años atrás. Pero, pese a que ya no trabajaba, sus responsabilidades no mermaron.
Él estaba a cargo del cuido de una hija suya, de 23 años y quien padece síndrome de Down, y de un nieto, de 7 años, quien también murió este jueves.
El adulto mayor fue identificado como Juan Carvajal Ávila, de 67 años. Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), un hijo suyo, de apellidos Carvajal Solís, fue quien lo atacó a él y a su nieto en su vivienda, ubicada en Coronado, San José.
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Los vecinos del fallecido, quienes prefirieron mantener su identidad en reserva, contaron que el anciano vivía antes con dos hijas (la mayor y la menor, que es la que la discapacidad mental) y con el presunto asesino.
La muchacha de más edad comenzó una relación de noviazgo con un muchacho, de quien quedó embarazada. Tuvo al niño en el 2009.
Por situaciones que se desconocen, ella le cedió la custodia de su hijo al anciano y se fue de la vivienda, desde años atrás. De esa manera, la víctima comenzó a hacerse cargo de ese menor.
En paralelo, el presunto asesino se fue de la vivienda por la supuesta adicción a las drogas que tenía y porque, al parecer, tenía un problema mental. "Ese muchacho fue internado en el (Hospital) Psiquiátrico hace cuatro meses, pero salió de ahí hace un par de semanas", señaló un lugareño.
Pese a eso, la situación para la víctima era manejable, puesto que aún contaba con el apoyo de su esposa. No obstante, hace un año aproximadamente, la mujer también se fue de la casa y tomó rumbo, supuestamente, hacia Pérez Zeledón, según los lugareños.
Se desconocen los motivos de esa separación. "En él recayó toda la responsabilidad de ellos, pero él era feliz así. Él daba la vida por ellos.
"Por ejemplo, usted veía a ese señor con el chiquito siempre. Andaban de un lado para el otro; era la luz de sus ojos", recordó una vecina.