El colegial de 17 años que fue envenenado el martes de la semana pasada en un asalto murió ayer, a las 5:55 a. m., en el hospital México tras sufrir una insuficiencia respiratoria grave.
El joven se mantuvo en agonía, luego de que supuestamente fue atacado por dos asaltantes armados que lo obligaron a ingerir un veneno para quitarle el celular y ¢50.000.
Las autoridades médicas sospechan que el menor tomó Paraquat, un herbicida peligroso que provoca fibrosis pulmonar y renal, lo cual impide el intercambio gaseoso y bloquea la filtración de líquidos. Esto genera una acumulación de hidrógeno en el cuerpo humano que daña las células miocárdicas y las cerebrales.
Denuncia. La víctima pudo denunciar al OIJ que fue atacado supuestamente por un vecino y otro individuo, el martes de la semana pasada a las 6:30 a. m., en Nosara, Guanacaste, mientras iba caminando hacia el Colegio Bocas de Nosara, donde cursaba noveno año.
Eduardo Hernández, padre del estudiante, manifestó que al día siguiente del asalto, en el Hospital de La Anexión, Nicoya, su hijo declaró todo lo ocurrido a las autoridades judiciales.
La Policía detuvo ese mismo miércoles al vecino, pero al día siguiente el Juzgado Penal de Nicoya lo dejó en libertad, y le pidió firmar cada 15 días, cambiar de domicilio a Ostional y no acercarse a testigos.
No obstante, las autoridades comprobaron que el sospechoso incumplió la medida de irse a vivir a Ostional, por lo que la Fiscalía irá mañana a una nueva audiencia para revocar las medidas impuestas y solicitar la prisión preventiva.