La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) urgió ayer la construcción de rutas de acceso y evacuación del cráter del volcán Turrialba, debido al mal estado en que se encuentra la única calle que lleva hasta La Central, el poblado más cercano al cráter.
La sugerencia está incluida en una serie de medidas que deberían de aplicarse ante el riesgo de erupción en ese coloso, el cual incrementó la actividad sísmica y fumarólica desde el año 2007.
En un documento preparado por la Red Sismológica Nacional (RSN), por solicitud de CNE, y que fue entregado ayer a los diversos grupos organizados del cantón de Turrialba, se recomienda que deberían tratar de revertirse las áreas de pastoreo y cultivo alrededor del cráter para que conserven una vocación forestal.
Para los especialistas, hay una zona de “máximo peligro” que abarca dos kilómetros alrededor del cráter y otra de “peligro mediano o alto” que abarca un radio de cinco kilómetros del cráter.
En esta última zona, se sugiere no promover actividades turísticas que tengan una alta concentración de personas.
Asimismo, en el documento se solicita la construcción de tres refugios de concreto armado, uno en la cercanía de los cráteres, otro en la periferia del mirador principal, y un tercero cercano a la caseta de guardaparques.
El informe fue presentado ayer por el vulcanólogo Gerardo Soto en un acto realizado en el Teatro Municipal de Turrialba.
Reacciones. El presidente de la Municipalidad de Turrialba, Arturo Rodríguez, quien se mostró satisfecho por la entrega del informe, expresó que la reparación del camino hacia el volcán no se hará de forma inmediata.
“Se tiene pronosticado el arreglo para el año 2013 debido a que esa calle se encuentra dentro del plan quinquenal que se inició en el 2010”, aseveró.
Para la alcaldesa María Elena Montoya Piedra, su preocupación es tener una respuesta ante posibles emergencias en el cantón.
Vanessa Rosales, presidenta de la CNE, consideró que el estudio evidencia la necesidad de que diferentes actores asuman compromisos concretos.
Alegó que, por eso, la presentación del estudio se hizo no solo a la Municipalidad, sino también a las fuerzas vivas de la comunidad.
“Todos somos responsables de estar mejor preparados”, agregó.
El geólogo Gerardo Soto sostuvo que los turrialbeños deben de irse adaptando a los cambios que tenga el volcán para tomar las medidas que permitan mitigar el riesgo.
Soto agregó que deben estar preparados para posibles eventos como derrames de lava, sismos volcánicos y la emanación de ceniza.
La CNE informó de que desde que se reactivó la actividad del Turrialba se identificaron sitios para albergues temporales y se hizo un censo de la población en riesgo.
Asimismo, se preparó personal en las comunidades para que realicen talleres y capacitaciones. También se cuenta con un inventario de recursos disponibles por institución y se levantó información cartográfica de rutas posibles para evacuación.