Un comerciante de nacionalidad china murió ayer miércoles, cuando individuos no identificados prendieron fuego a un minisúper.
El incendio se produjo a las 2:10 a. m., 300 metros al este del puente elevado en Cinco Esquinas de Tibás, San José.
La víctima, Jianlong Feng, de 31 años, se encontraba durmiendo en un cuarto, ubicado al fondo del minisúper San Gabriel, como a unos 20 metros de la única puerta de acceso al comercio.
Precisamente, Bomberos determinó que, en la pared del frente del negocio (a un metro de la puerta), perros adiestrados encontraron rastros de combustible (todavía se desconoce de qué clase) que, según se presume, se usó para expandir rápido y con fuerza las llamas. Jianlong quedó en el piso, a un lado de la cama y de una sábana
Esto hace presumir, tanto a funcionarios de Bomberos como a agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que el hombre intentó salir, pero la alta concentración de fuego se lo impidió.
La Policía Judicial trataba de verificar una versión dada por familiares de la víctima, según la cual, el pasado lunes, Jianlong tuvo un problema con dos hombres que viven en un barrio cercano, quienes alteraron una máquina de juego para sacar más monedas.
Testigos dijeron a la Policía que, al iniciarse el incendio, dos sujetos salieron corriendo del negocio.
Otros afectados. El incendio también consumió la barbería Bosco, la panadería Durán y una casa de habitación. En total fueron destruidos 375 metros cuadrados.
Las pérdidas superan los ¢65 millones, dijeron los afectados.
Dionisia Pastora Zamora Méndez, de 61 años, que vivía en la casa destruida, dijo que se encontraba en compañía de un sobrino, cuando empezaron a percibir el olor a humo. “Solo pude decirle: ‘Diay, levántese de ahí porque, si no, nos quemamos”, manifestó Zamora.
Esta mujer tenía cinco años de alquilar la vivienda y no pudo salvar ninguna de sus pertenencias.
“Pero ni la ropa. Lo que ando puesto es prestado porque me salí en bata de dormir”, comentó.
Zamora agregó que allegados a la iglesia católica de Cinco Esquinas le consiguieron un cuarto donde espera vivir.
Mientras tanto, Juan Bosco León, dueño de la barbería Bosco, afirmó: “El incendio me dejó viendo para el ciprés. Todo se quemó, las sillas y todo el equipo. Nadie le va a dar a uno nada por esto”.
El fuego también quemó tres guitarras y un requinto, pues Bosco forma parte de un trío.
Por su parte, el administrador de la panadería Durán, Alberto de Jesús Lozano Pérez, dijo que, cuando se inició el fuego, estaba dentro del negocio preparando la materia prima del pan, y se dio cuenta de que el minisúper estaba en llamas.
“Lo que hice fue cerrar las válvulas del tanque de gas y, luego, abrí la puerta y salí. Los hornos y la materia prima se quemaron”, dijo.
Un factor que ayudó a propagar el fuego fue que las construcciones eran de madera, dijo Bomberos.