Una alerta que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) dio a las autoridades españolas, tiene desde hace un mes en una cárcel de ese país europeo a dos costarricenses que pretendían traficar 37 kilos de cocaína.
La droga, según las autoridades españolas, ingresó a esa nación dentro de un contenedor que salió desde el puerto de Moín, en Limón.
Uno de los ticos, identificado con el apellido Velásquez, de 41 años, fue detenido por la Guardia Civil de España cuando se hallaba dentro del contenedor con la droga; el otro, identificado solo con el nombre de Damián Gerardo, fue arrestado muy cerca del predio donde estaba el contenedor.
La captura de los ticos fue divulgada el 4 setiembre por el periódico español
El ministro de Seguridad, Mario Zamora, manifestó que conocieron sobre la detención y les preocupa la inseguridad portuaria que existe.
El 19 de abril, la Policía de Control de Drogas desarticuló un grupo que enviaba a España cocaína oculta en piñas en contenedores.
Velásquez es vecino del distrito Santa Eduviges, en Limón, donde era supervisor, desde hace dos años, en un predio en el que se guardan contenedores.
Su esposa, Nancy Galeano, aseguró ayer a
“Ahí él hizo amistad con estos señores. Yo no puedo referirme al caso por recomendación del abogado”, expresó Galeano.
Sobre el tico Damián, las autoridades españolas no revelaron mayores datos.
Además de ellos dos, seis españoles y un colombiano, que integraban la organización, fueron detenidos después en la acción policial “Operación Cántico”.
Entre los detenidos había varios estibadores que sirvieron de apoyo a la red para salvar los controles y llegar hasta los contenedores en el muelle Rioja, señaló
Sin embargo, ninguno de los dos sospechó que los agentes secretos vigilarían sus pasos durante los nueve días siguientes.
La labor de la Unidad Central Operativa, de la Guardia Civil de España, consistió en filmaciones y fotografías, informó el domingo antepasado el diario
Luego de que Velásquez y Damián Gerardo llegaron a Barajas, pasaron por Valencia, donde la red de narcotráfico tiene su infraestructura. Allí abordaron un tren para desplazarse hasta el puerto de Tarragona, ubicado a orillas del mar Mediterráneo, en Cataluña.
La Policía española los observó comprando herramientas en dos tiendas del centro comercial Les Gavarres, que servirían para perforar el contenedor y acceder al doble forro donde se hallaba escondida la droga.
Durante esos días, la Guardia Civil informó de que los costarricenses hicieron varios movimientos hasta el domicilio de otros de sus cómplices, en Torredembarra, y al parecer se alojaron en un hotel en Tarragona.
De acuerdo con la Policía, Velásquez utilizó sus herramientas para cortar la chapa metálica del contenedor, y, pese al ruido, confió en que no levantaría sospechas.
Varios de los integrantes, según la Guardia Civil, se posaron en puntos estratégicos mientras realizaban el desembalaje.
La Policía los detuvo a todos justo en el momento en que pretendían sacar los 37 kilos de cocaína, que serían distribuidos en Europa.