187 años después de la fundación del Poder Judicial, la magistrada Zarela Villanueva se convirtió ayer en la primera mujer en sentarse en la silla del presidente de la Corte Suprema de Justicia.
Villanueva, jurista cartaginesa de 61 años, resultó electa por un periodo de cuatro años, gracias a un acuerdo entre dos de las tres tendencias que promovían candidatos para la elección.
Dicha alianza se concretó tras la aparición de una tercera aspirante al cargo.
La magistrada de la Sala Segunda obtuvo los12 votos necesarios ( de 22 posibles), luego de que su colega José Manuel Arroyo, de la Sala Tercera, le diera la adhesión y además le pidiera a sus seguidores que votaran por ella.
Tercer nombre. El acuerdo entre los dos grupos se concretó el fin de semana, cuando se dio a conocer que el llamado bloque de votos en blanco, compuesto por ocho magistrados, pensaba postular a la jueza de la Sala Tercera, Magda Pereira.
“Yo llamé a Magda (Pereira) el sábado y le dije: ‘Quiero saber dónde estoy parada con vos’. Ella me dijo que sí la iban a postular”, admitió ayer Villanueva.
Esta tercera nominación se concretó ayer, a las 9 a. m., al iniciar la sesión de Corte Plena, cuando el magistrado Carlos Chinchilla tomó la palabra para referirse a la trayectoria de la jueza y exaltar algunas de sus fortalezas.
“Es la consejera, la que está en los momentos difíciles (...). Yo siempre digo que ella es la que me regaña cuando hago cosas que no debería haber hecho; es como una mamá que uno tiene aquí en el Poder Judicial”, expresó Chinchilla.
El juez dijo que un grupo de compañeros le habían solicitado presentar a Pereira para el cargo.
Aunque el procedimiento establecido contemplaba hacer hasta cinco rondas, con una bastó.
El salón de la Corte Plena se llenó de sorpresa y aplausos cuando, en la primera votación, Villanueva obtuvo 12 votos. A favor de Pereira hubo ocho papeletas, uno para Arroyo y otro apareció en blanco.
Concluida la elección, Villanueva y Arroyo explicaron que existía el acuerdo previo y que sostuvieron conversaciones hasta el domingo avanzada la tarde.
“Sí, les pedí que le dieran el voto a ella. Pero alguien no me hizo caso porque ese voto (el que lo apoyó) no fue mío”, aseveró Arroyo.
Villanueva brindó una conferencia de prensa en la que anunció la línea de su gestión.
La nueva jerarca fue acompañada por Arroyo y el juez de Sala Segunda, Rolando Vega. También estuvieron a su lado las magistradas: Ana Virginia Calzada (Sala IV), Eva Camacho, Julia Varela (Sala II) y Carmen María Escoto (Sala I).
Por la tarde, la Corte Plena también eligió a Arroyo como vicepresidente. Él aseguró que eso no había sido parte del acuerdo.
Borrón y cuenta nueva. Durante la tarde, el magistrado Carlos Chinchilla sostuvo que, superada la elección del presidente, era momento de retomar el trabajo.
“El grupo en realidad nunca tuvo los votos; llegamos a ocho, pero nunca a los 12. Sabíamos que si existía un acuerdo entre ellos, lógicamente habría elección. Me parece que es parte del juego democrático, no tiene que ver con suspicacias ni juegos. Ellos tomaron una correcta decisión. Ahora lo que toca es seguir trabajando”, indicó.