El consumo de licor, por pequeño que sea, causa cambios en el organismo que eventualmente, podrían incidir en la facultad para conducir vehículos.
Así lo explicó ayer Jorge Aguilar, jefe de Patología Forense del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El médico especificó que el efecto del alcohol en las personas varía según la cantidad ingerida y el tipo de organismo.
“Dos personas que consuman lo mismo, puede ser que reaccionen distinto”, explicó.
Según Aguilar, a nivel técnico se considera que 50 miligramos de alcohol por decilitro de sangre es una intoxicación alcohólica aguda. Eso es equivalente a 0,5 gramos por litro.
La ley permite hasta 0,75 gramos de licor por litro de sangre para los choferes.
“A mayor consumo, mayor alteración. Hay desinhibición, conforme pasa el tiempo se pierde la capacidad de percibir distancias, colores, velocidades.
”Si hay una concentración baja, cualquiera puede decir que la persona se pone alegre, pero eso puede afectar su estado anímico y llevarlo a conductas como conducir más rápido o irrespetar señales”, agregó.
Leyes. En criterio del diputado Fabricio Alvarado, de Restauración Nacional, se requiere de cero tolerancia al alcohol en los conductores.
Él impulsa dos proyectos de ley en la Asamblea Legislativa. Uno de ellos busca que el máximo permitido de alcohol en la sangre sea de 0,20 gramos, con lo cual solo se cubriría lo que el organismo genere por alimentos.
El otro plan pretende que oficiales de Fuerza Pública también tengan potestad para realizar partes de tránsito.