Las hermanas Anayanci --de 12 años-- y Evelyn Yesenia Castro Alfaro --de 14-- fallecieron en la tarde del sábado en una poza en el río Poás, en Bajos de Santa Bárbara de Los Angeles de Sabanilla de Poás.
La policía judicial y la Cruz Roja suponen que perecieron ahogadas, pero esto solo se confirmará en el transcurso del día de hoy, una vez realizadas las autopsias.
Los cadáveres fueron hallados en el fondo de la poza, a las 9 a.m. de ayer, por la Cruz Roja, cuyos socorristas iniciaron un operativo de búsqueda, una hora antes.
Las muchachas salieron de su casa, el sábado a las 2 p.m., tras pedir permiso a sus padres para bañarse en una poza pequeña, rodeada de cafetales, la cual acostumbraban visitar los fines de semana y que se ubica como a un kilómetro de su vivienda.
Según afirmaron ayer la madre y una tía de las víctimas --Lidilia Alfaro y Magaly Alfaro, respectivamente--, la intención de las jóvenes era hacerse acompañar por una vecina, pero esta a última hora les comunicó que no podía ir por lo que Anayanci y Evelyn continuaron solas hacia el río.
Sin embargo, cuando llegaron a la poza, al parecer, optaron por bañarse en otra más grande, ubicada a unos 50 metros río arriba, según el relato de los familiares.
Se presume que cuando se estaban bañando en ese lugar, una de ellas --presuntamente atrapada por un remolino-- empezó a ahogarse por lo que la otra intentó salvarla, lo cual provocó la muerte de las dos. Esta era la hipótesis que tenían ayer la Cruz Roja y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Anayanci y Evelyn tenían dos hermanos más: Luis Fernando, de cuatro años, y Jazmín, de cinco. Su padre se llama Luis Fernando Castro Reyes.
Esta tragedia se une a otro hecho similar ocurrido el sábado en playa Jacó, en Garabito, Puntarenas, cuando Erick Pineda, de 24 años, se ahogó aproximadamente a la 1 p.m., en el momento en que intentaba rescatar a un compañero de trabajo, quien era arrastrado por una corriente.
Aunque logró salvarlo, Erick fue halado por la misma corriente y falleció ahogado.
Alerta
Debido a que a las 4 p.m. del sábado, las jovencitas no habían regresado, sus padres fueron a buscarlas a la casa de la vecina que supuestamente iría con ellas al río. La mujer les comunicó las razones por las que no las acompañó.
Ante la angustia causada por la desaparición, la misma vecina fue a buscarlas al río y, tras comprobar que no estaban en la poza pequeña, las buscó en la más grande.
Allí, se encontró con los zapatos y otras prendas de vestir de las dos hermanas y avisó a sus familiares ante la sospecha de que se hubieran ahogado.
Los padres dieron la voz de alerta a la Cruz Roja, cuyos socorristas ingresaron al sitio a las 5 p.m. del sábado, pero, como oscurecía, aplazaron el operativo de búsqueda para el domingo a las 8 a.m. Una hora después, hallaron los cuerpos.
El cruzrojista Gerardo Díaz Sánchez, quien participó en la tarea, explicó que ambas se hallaban en el fondo de la poza como a cinco metros de distancia una de la otra.
Detalló que una de las jovencitas llevaba puesta una blusita blanca y un short, mientras que la otra tenía puesto un short de mezclilla y un brasier.
Díaz comentó que la poza tiene una profundidad que oscila entre 5 y 7 siete metros. "Obviamente no es recomendable para personas que no saben nadar", puntualizó.