Upala. Un trabajador muerto y otro con múltiples fracturas dejó como saldo, ayer, el desplome de una torre de telecomunicaciones de 45 metros, que ambos instalaban para la firma Claro.
El accidente se registró alrededor de las 9 a. m. en la comunidad de La Tigra de Pueblo de Nuevo, situada 30 kilómetros al oeste del centro de Upala.
El fallecido fue identificado como Marlon José Rivera Membreño, de 27 años, quien era oriundo de Managua, Nicaragua, y llevaba solo seis días de permanencia en el país.
Este había sido contratado por la empresa Tocsa para que, junto a otros cinco operarios, instalara la torre, la cual forma parte de un grupo de 28 que se colocarán en el cantón.
Rivera era casado y padre de dos hijos, por lo que había alquilado unas cabinas en Upala.
El proyecto es financiado por el Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel) y ejecutado por Claro, según manifestó uno de los encargados. Este pretende llevar telefonía fija y acceso a la red de Internet.
La cuadrilla había iniciado labores hace dos días, luego de que, el 30 de diciembre, arrancó la construcción de la base, que medía 10 x 10 metros.
Junto al ahora fallecido, en la parte alta de la torre estaba Yader Antonio Munguía, de 32 años, quien quedó anclado con su arnés a la pesada estructura. Este fue atendido primero por su compañero Wílliam Argüello, quien dijo que tenían dos días de conocerse.
“Corrimos y llegamos a donde estaban los compañeros. Aunque estaba consciente, no hablaba. En cosa de minutos, uno falleció”, dijo Argüello consternado.
Debido a la gravedad de las heridas, Munguía fue trasladado en una avioneta privada hasta un hospital en San José.
Anclaje con mecates. Yanier Murillo, topógrafo encargado de la obra, manifestó que la torre contaba con un triple anclaje con mecates pero, al parecer, la lluvia influyó para que cediera.
“ La torre tenía capacidad para resistir vientos de hasta 90 millas (144 kph) por hora. La empresa está dando todo el apoyo a los trabajadores. Sentimos que la lluvia fue la que incidió”, dijo Murillo.
Agregó, además, que los obreros ya llevaban 20 metros de la torre armados y que estaba previsto que se terminara en dos semanas. La colocación de la estructura iba a tardar cuatro días.
La torre desplomada tiene un peso cercano a las tres toneladas.
El cuerpo fue levantado a las 2 p. m. por el Organismo de Investigación Judicial local, tras la autorización del juez Cristian Calvo y el fiscal Luis González.