Diariamente circulan por las calles de Costa Rica, en camiones cisterna, 50.000 galones de gas licuado, sin ningún control estatal ante la ausencia de un reglamento que establezca las condiciones mínimas de seguridad, reconocieron las autoridades gubernamentales.
Este producto, denominado gas licuado de petróleo --LPG en sus siglas en inglés-- es una mezcla de gas butano y gas propano. Se utiliza para labores de cocina y es transportado por 13 de los 517 furgones cisterna registrados ante la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE).
De estos 13 cisternas, cinco pertenecen a la empresa Tropigás; cuatro a Gas Zeta; los cuatro restantes son de ANASA, TRAUSA, un transportista independiente y otro que está fuera de uso, reveló la empresa estatal en un comunicado envido a La Nación.
La preocupación por las condiciones en que se transportan los combustibles y otras sustancias peligrosas resurgió luego de que un tanquero de Tropigás, con 10.000 galones de gas, volcó y estalló el jueves en la carretera Interamericana sur mientras se dirigía a San Isidro de El General.
El conductor del vehículo, Rodrigo Cerdas Azofeifa, murió víctima de graves quemaduras mientras que siete personas más resultaron lesionadas cuando la onda expansiva alcanzó una casa próxima al sitio del percance.
A la buena de Dios
No obstante que a diario camiones cisternas con gas licuado y otros combustibles surcan las carreteras del país, no existen regulaciones que determinen horarios, condiciones técnicas y otras especificaciones para ese tipo de transporte, reconocieron diversas autoridades.
El reglamento que supuestamente normaría las condiciones de seguridad lo comenzó a elaborar, desde 1993, una comisión interdisciplinaria e interinstitucional sin que hasta el momento haya sido decretado oficialmente. Entre las entidades que han participado en la redacción figuran los ministerios de Obras Públicas y Transportes, de Salud y de Economía, Industria y Comercio. También, funcionarios del Cuerpo de Bomberos y la Comisión Nacional de Emergencia.
Roberto Castro, jefe del Departamento de Sustancias Tóxicas del Ministerio de Salud y miembro del panel que lo elaboró, indicó que "el primero de noviembre del año pasado se envió el reglamento al MOPT", sin que hasta el momento haya sido aprobado.
José Francisco Protti, asesor legal de la División de Transportes del MOPT, manifestó que el documento fue remitido a esa cartera para analizarlo; "luego se entregó al Director de Transportes para que lo remitiera al Ministro. Eso fue a principios de diciembre último".
El proyecto aún permanece en ese despacho ministerial. En tanto, el transporte de sustancias peligrosas carece de control alguno y queda a consideración de los conductores las rutas por las que transitan y los horarios que les convienen.
Ayer se intentó localizar al ministro de Obras Públicas y Transportes, Bernardo Arce, y a su viceministro, Francisco Nicolás, para consultarles sobre los atrasos en la emisión del decreto de reglamento. Ambos estaban fuera de sus oficinas, en giras.
Del barco a la calle
El gas licuado es importado y llega a Costa Rica a través del muelle de Moín, Limón. De allí comienza todo un proceso de distribución que se hace por medio de los camiones cisterna.
Una vez en Moín, el producto --que llega en buques especialmente acondicionados -- se almacena en dos esferas de RECOPE con capacidad para 25.000 barriles cada una y en dos depósitos más pequeños, explicó la periodista Marlen Rodríguez, quien labora en esa institución.
Sin embargo, las empresas de gas también tienen acceso directo al buque, del cual pueden cargar sus camiones.
Aparte de los 13 cisternas autorizados para el transporte de LPG, existen 342 que llevan productos "limpios" como gasolina, diesel, canfín, jet-A1 para aviones y naftas, mientras otros 161 cargan los productos "negros": búnker, asfalto y emulsiones.
Solo un panorama devastador queda de lo que fue el hogar de la familia Madrigal Rosales. Perdieron todo, su casa, sus ahorros y hasta su perro, Guardián.
El reglamento en líneas generales
Algunas de las principales normas que contempla el proyecto de Reglamento para el transporte terrestre de productos peligrosos son:
Descripción del furgón cisterna: vehículo automotor, remolque o semirremolque cuya carrocería es un depósito capaz de almacenar fluidos o materias volátiles.
La clasificación del material se hará con base en clase, división y grupo de empaques y tomando en cuenta los riesgos de su fabricación, transporte, almacenamiento, manipulación y uso.
Los vehículos que acarrean estas sustancias deben estar señalados con rótulos o etiquetas que indiquen el producto peligroso que están transportando.
Requisitos de los vehículos: motor diesel, dispositivos de escape, carrocería con una forma adecuada y estructura sólida, disco de limitación de velocidad, dispositivo de enganche, válvulas de seguridad.
Los camiones deben presentar equipos de seguridad para situaciones de emergencia.
Los vehículos que transportan sustancias peligrosas deben tener un Certificado de Capacidad otorgado por la Oficina Nacional de Normas y Unidades de Medida.
Estos transportes deben evitar zonas de densamente pobladas, reservas forestales o ecológicas que se encuentren cerca de centros urbanos.
Inspectores de tránsito señalan a transportistas
Oficiales de tránsito consultados ayer con respecto a la circulación de vehículos de carga con materiales "peligrosos" estimaron que los transportistas de productos como los hidrocarburos deben tener mayores controles para su operación.
Los inspectores dijeron que los tanques en que se transportan estos materiales en algunas oportunidades pertenecen a una empresa y los cabezales a otra, lo que diluye las responsabilidades en cuanto a los procedimientos de traslado de un lugar a otro.
Mario Fallas Sinfonte, inspector en servicio: "Son viajes que realizan muy rápido y los tanques deberían tener una revisión técnica especial. No deben rodar más que una vez al día y el chofer de cada cabezal debería tener una preparación apropiada. Podría decir que algunos choferes que transportan estos materiales son conductores temerarios."
José Morales Ramírez, inspector en servicio: "Es común encontrar problemas en estos transportes de materiales peligrosos. Otros problemas que se presentan son los vehículos que transportan cantidades menores en furgones o pick-ups, los cuales no tiene ningún tipo de control."
Oscar Morales, inspector de tránsito: "Es un problema que no se puede solucionar. En una oportunidad se le pidió a uno de estos choferes que presentara los papeles del vehículo y no los tenía al día ni tenía permiso alguno."