Una piedra que se desprendió del paredón de un cerro destrozó el parabrisas delantero de un autobús de Tracopa, hirió al conductor en los brazos y estuvo a punto de causar un accidente en Cajón de Buenos Aires, Puntarenas.
La roca cayó al lado del conductor, Luis Ángel Córdoba Salas, quien resultó con fracturas en su brazo izquierdo y golpes en el derecho, pero no perdió el control de la unidad de transporte público.
"Al instante me vi herido, me asusté mucho y los pasajeros gritaban", dijo el conductor, quien tenía heridas en ambos brazos, ya que la piedra golpeó directamente en el volante y lo dobló.
Karla Richmond, una pasajera que viajaba en un asiento delantero, dijo que fue un gran susto y que al frenar la unidad, el chofer le pedía que llamara al 911, pero en ese sitio no había señal.
Unos conductores que pasaron por el sitio, al ver que había heridos, avanzaron en los carros hasta encontrar señal y alertaron a las autoridades.
"Todos gritamos, dichosamente el bus se apagó al instante, porque de lo contrario nos hubiéramos ido al río Térraba", dijo.
Dos pasajeras, una adulta y otra menor, cuyas identidades no trascendieron, fueron trasladadas al hospital Tomás Casas, en Osa, en condición estable, ya que fueron heridas por los vidrios del parabrisas que quedó quebrado.
Dos ambulancias de Palmar Norte atendieron la emergencia.
Al parecer, lluvias fuertes que cayeron ayer en la zona facilitaron el desprendimiento de materiales de la ladera.
De hecho, la Policía de Tránsito pidió anoche a los conductores precaución por las fuertes lluvias sobre la vía.