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El niño apareció flotando en este estanque de tilapias, dentro de una propiedad conocida como Las Tilaperas, en la comunidad de Veracruz de Pital de San Carlos. Él había desaparecido el jueves en la tarde. | ÉDGAR CHINCHILLA
Veracruz (San Carlos). Un niño de cuatro años, quien desapareció el jueves, fue encontrado sin vida ayer en un estanque para tilapias en esta comunidad del distrito sancarleño de Pital.
El hallazgo se produjo a eso de las 6:30 a. m. en el sector conocido como Las Tilaperas.
Juan Carlos Vargas, jefe de la Policía de Pital, dijo que el jueves cerca de las 3 p. m. les informaron de la desaparición del menor, por lo que cinco oficiales de la Fuerza Pública iniciaron la búsqueda, con familiares y vecinos.
El operativo se extendió hasta medianoche, pero no hubo resultados positivos. El viernes, a eso de las 5 a. m., reiniciaron las labores de búsqueda.
Ese mismo día, un amigo de la víctima, de 12 años, se dirigió a alimentar las tilapias a las 6:30 a. m. y encontró el cuerpo del pequeño flotando en el agua.
El menor fallecido vivía a escasos 40 metros del estanque con su madre, Marisela Sequeira.
El dueño de la propiedad donde están los estanques, Wálter Rojas, dijo que el niño ahora fallecido jugaba regularmente con su hijo.
Aseguró que siempre andaba con él y que le encantaba ayudarle a darles de comer a las tilapias.
Entre lágrimas, Rojas expresó que jamás imaginó encontrarlo sin vida pues tenían la esperanza de que estuviera durmiendo donde algún otro vecino.
Las sandalias del menor aparecieron cerca del estanque, por lo que las autoridades presumen que el niño se acercó a alimentar a los peces, resbaló y cayó al agua.
Tras el hallazgo, la madre del menor sufrió una crisis nerviosa, por lo que debió ser atendida en el Ebáis local.
Esta familia tiene cerca de dos años de haber llegado a Costa Rica. Es oriunda de San Carlos de Nicaragua, donde vive el padre del niño, quien era el segundo de tres hermanos.
El cadáver del pequeño fue levantado a las 9 a. m. y enviado a la Medicatura Forense, en San Joaquín de Flores, Heredia, por orden del juez José Blanco.
