Un motociclista, identificado como Bryan Enrique Brizuela Sáenz, de 24 años, murió este sábado a las 11:32 p. m. cuando la moto que conducía chocó de frente contra un automóvil, frente a la gasolinera Tournón, localizada a un lado de la autopista San José- Limón, en Calle Blancos de Goicoechea.
De acuerdo con el subjefe de operaciones de la Policía de Tránsito, Felipe Venegas, Brizuela realizaba piques con un grupo de motociclistas.
Los piques se realizaban en sentido norte - sur, es decir, hacia San José. De repente, los picones vieron las luces de una radiopatrulla de la Fuerza Pública que se acercaba y emprendieron la huida.
Brizuela estaba a bordo de una moto Honda roja, estilo XR 150L, y le acompañaba una joven cuya identidad no trascendió.
Él fue el último del grupo que cruzó la jardinera que divide los sentidos de la autopista y, cuando llegó al otro lado, un carro Honda, que iba en sentido San José - Guápiles, lo arrolló.
El motociclista falleció en el sitio, mientras que la acompañante fue trasladada en una ambulancia de la Cruz Roja al Hospital México con golpes de consideración.
El chofer del automóvil que impactó a la moto se dio a la fuga. La Fuerza Pública lo detuvo minutos después en Montelimar de Goicoechea, cerca de los Tribunales de Justicia. El hombre, de apellido Madrigal, conducía bajo los efectos del alcohol y la Policía investiga si era parte del grupo que observaba los piques.
Madrigal quedó a la orden del Ministerio Público.
Brizuela era soltero y vivía en Mata de Plátano de Goicoechea. La moto aparece registrada a nombre de su madre.
La atención del accidente estuvo a cargo del tráfico Jorge Oviedo, quien levantó el informe y constató que varios motociclistas llegaron al sitio luego del accidente que cobró la vida de Brizuela.
Según las estadísticas de la Policía de Tránsito, en lo que va de este año han fallecido en las carreteras 32 conductores de motocicleta y cinco acompañantes.
Actividad en aumento. El director de la Policía de Tránsito, Mario Calderón, lamentó que la práctica de los piques no ha cesado, pese a los operativos de control que realizan todas las semanas.Destacó que, en algunas ocasiones, estas actividades son organizadas por grupos y, en otras, dos motociclistas que coinciden en un alto o un semáforo deciden retarse. En estos últimos casos, detalló, los conductores solo se miran y empiezan una competencia para ver cuál llega primero a un sitio determinado.
"En la Policía de Tránsito estamos constantemente en operativos, porque se trata de una conducta que debe erradicarse. Eso provoca accidentes que se podrían prevenir", manifestó el jefe policial.
Calderón se mostró preocupado porque cada vez son más los lugares donde se desarrollan las competencias. A los sitios tradicionales como La Lima de Cartago, Pavas, el parque Okayama en San Francisco de Dos Ríos y el Parque de la Paz, se suman ahora varios puntos de la ruta a Caldera como Tivives, Caldera y otros sitios de la costanera como Jacó y Herradura.
La Policía de Tránsito también realiza operativos en Tobosi y en Río Azul, en la provincia de Cartago.
Según Calderón, a menudo se elaboran multas por exceso de velocidad, por falta de revisión técnica o de algún dispositivo en las motos, incluso se han decomisado algunas para minimizar los piques.
No solo en las noches. El jerarca de Tránsito también dio a conocer que los picones ya no se limitan a un horario. "Antes era solo de noche, pero ahora vemos que hasta de día. De igual manera, antes eran los viernes, pero ahora hay denuncias de que también las hacen sábados y domingos", añadió.
Expresó además que, lo más lamentable, es que los competidores no solo ponen en riesgo su vida, sino las de otras personas.
"Lo importante es que las personas maduren culturalmente para que dejen esa actividad. Normalmente son personas con solvencia económica, que dedican dinero al mantenimiento de las motocicletas", detalló.
Durante los operativos que realizan con otros cuerpos policiales como la Fuerza Pública, los oficiales han determinado que, en algunas ocasiones, cuando se hacen los piques, quienes llegan de espectadores consumen licor y drogas.
Recordó que cualquier ciudadano puede denunciar por medio del 9-1-1 la realización de estos encuentros ilícitos. La persona debe identificarse, pero puede pedir que se le guarde la confidencialidad.
Información actualizada a las 2:49 p. m. con información de la Policía de Tránsito.