Un hombre de apellido Gómez, de 35 años, fue detenido ayer luego de chocar su vehículo, accidente en el que fallecieron su novia y dos amigos. El sujeto enfrenta una investigación por los tres homicidios culposos.
A las 3:30 a. m., Gómez conducía su Honda Civic, acompañado por las víctimas cuando, por razones desconocidas, colisionó violentamente con un carro Suzuki Grand Vitara en el puente sobre el río Virilla, entre La Uruca y Heredia.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) comunicó que el chofer fue aprehendido pues la alcoholemia practicada por la Policía de Tránsito resultó positiva, con una concentración de alcohol en aire de 0,70 miligramos por litro.
La pareja de Gómez fue identificada como Karol Solano Salas, de 21 años. Los otros fallecidos en el lugar fueron Kevin Andrés Britton Rivera y Jorge Bernal Calvo Acosta, ambos de 23 años.
Los cuatro ocupantes del carro eran vecinos de Pavas y habían salido en grupo para departir.
Familiares dijeron que Gómez se dedica a hacer tatuajes en un estudio que tiene en su casa. Luego del accidente, él fue trasladado a un centro médico para la realización de los controles respectivos y, posteriormente, a la Fiscalía de Heredia, donde se decidiría si se le imponían medidas cautelares.
El carro del sujeto tenía al día la revisión técnica vehicular (Riteve) y el permiso de circulación. En el otro vehículo involucrado iban tres pasajeros, quienes resultaron ilesos; aun así, fueron llevados al Hospital San Vicente de Paúl (Heredia) para descartar alguna lesión.
Descuidos. De acuerdo con testigos y el informe de las autoridades, al parecer, el automóvil Honda Civic se transitaba a alta velocidad.
Al llegar al puente, Gómez habría invadido el carril por donde se acercaba el otro carro, cuyo conductor trató de esquivarlo, por lo que los dos chocaron de costado.
Posteriormente, los dos vehículos colisionaron contra el muro de cemento del puente.
El reporte preliminar también indicó que Solano aparentemente no tenía puesto el cinturón de seguridad, ya que en el impacto salió expulsada por el parabrisas. Además, su cuerpo no presentaba marcas del dispositivo.
Esta circunstancia causó dolor y conmoción entre sus allegados.
“Tal vez si lo hubiese llevado (el cinturón), ella seguiría viva”, manifestó su hermana menor, Silvia Solano, de 14 años.
Ella contó que Karol mantenía una relación con Gómez desde hacía unos cinco años. La muchacha laboraba en un local de comida rápida en Paseo Colón.
“Él mismo (Gómez) fue quien nos llamó en la madrugada para darnos la terrible noticia. Uno nunca se lo espera”, comentó.
En la casa de esta familia, ubicada en un residencial en Pavas, Silvia recordó con tristeza que su hermana era muy alegre y que le gustaba pasar el tiempo con las personas cercanas.
Además, manifestó que ni ella ni sus familiares conocían a los otros dos amigos fallecidos que también iban en el carro.