Yorleny Quirós Ramos tiene 48 años de edad y desde hace cuatro días lleva marcadas en su cuello las 14 puntadas con las que los médicos le suturaron la herida que, con un cuchillo, le ocasionó su excompañero sentimental.
La agresión se produjo el domingo en la madrugada en el bar y restaurante El Mandarín, ubicado en Palmar Norte de Osa, Puntarenas.
“Yo llegué al bar el sábado, amanecer domingo. Tenía media hora de estar ahí con mi hermana cuando él llegó a hablarme. Se vino directamente donde mí para ofrecerme una cerveza y decirme que conversáramos. Le respondí que no quería nada con él y que no teníamos nada de qué hablar.
”Se quedó muy pensativo tomando cerveza. En ese momento, mi hermana se fue para el baño y después a bailar. Estábamos sentados en el mostrador cuando él me dijo que si yo no era de él, entonces no sería de nadie. Me tiró al piso. Con una mano me estripaba el pescuezo y con la otra me cortó”, relató vía telefónica.
Esta mujer, quien trabaja cuidando una niña, tiene tres hijos: una de 27 años y dos hombres de 29 y 31 años. Los tres viven con ella en barrio Alemania, Palmar Norte.
“La gente no hizo nada cuando él me estaba atacando. Solo una señora que vive por mi casa, que andaba ahí, se fue encima de él y agarró una botella de vidrio, pero él se levantó, la quiso amenazar y se fue del lugar. A como pude, me levanté, me puse las manos en el pescuezo porque me salían torrentes de sangre. La ambulancia duró como 20 minutos en llegar”, indicó.
Luego de ser atendida, Quirós ingresó de emergencia al Hospital Tomás Casas. “La presión se me bajó mucho y no se me normalizaba; estaba muy mareada”, dijo.
No fue sino hasta las 6 a. m. cuando, ya más recuperada, contó lo ocurrido a los agentes del Organismo de Investigación Judicial, en el mismo hospital. Ellos detuvieron al sospechoso, de apellido Sánchez, de 34 años.
En libertad. El lunes se realizó una audiencia en el Juzgado Penal de Osa. El fiscal Sergio Gutiérrez solicitó tres meses de prisión preventiva contra el sospechoso por intento de femicidio.
Sin embargo, el juez Javier Traña Chaves lo dejó en libertad y le impuso medidas cautelares como firmar cada 15 días y no acercarse a la víctima.
Consultado por medio de la oficina de prensa del Poder Judicial, Traña señaló que la prisión preventiva es una medida excepcional, no había peligros procesales y Sánchez contaba con arraigos.
Además, el juez hizo jurar al presunto agresor que no cometería nuevos delitos, que se sometería al procedimiento y que no obstaculizará la investigación.
El fiscal apeló la resolución y la audiencia será el 2 de abril, a la 1:30 p. m., en el Tribunal Penal de Osa.
Amenazas. Yorleny Quirós dijo que desde hace dos meses y medio decidió terminar la relación con Sánchez, con quien estuvo por seis años. “Lo hice por el maltrato que él me daba, verbal y físicamente. Nunca antes había puesto denuncias por temor, pues él me decía que si yo lo denunciaba, yo sabía lo que me pasaría. Me daba temor por si le hacía algo a mis hijos”, mencionó la mujer.