03 de agosto del 2012. Hogar Casa Paz ubicado en Alajuela en donde se atienden mujeres con problemas de adiccin a las drogas y el alcohol. En la foto: camiseta rosada que usan las internas para realizar las diferentes maratnicas y as recoger fondos para enfrentar los gastos del centro.
Maureen Paniagua es experta en dar terapias a personas con alguna adicción. Conoce al dedillo el tratamiento de los 12 pasos para recuperarse y sabe perfectamente las dolencias que tienen los adictos.
Lo sabe porque durante los últimos años se ha capacitado en ese tipo de atención, pero la principal fuente de su conocimiento es su propia experiencia.
Paniagua tiene 33 años de edad, dos hijos y ni un solo vestigio de los casi 13 años durante los cuales consumió marihuana, cocaína e, inclusive, crack .
El viernes pasado subió las gradas del escenario en el Auditorio Alberto Brenes Córdoba de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Junto con otras 67 personas, ella recibió un certificado que la acredita para dar terapia de recuperación a adictos.
Maureen aprobó el primer nivel después de asistir durante más de dos meses a cursos relacionados con psicología, anatomía, química y comunicación. Otros de los presentes obtuvieron el certificado de un segundo nivel.
En total, el programa tiene cinco módulos. Los cursos los imparten las escuelas de Farmacia y Enfermería de la UCR.
Con su historia. Mauricio Parrales, coordinador del programa, explicó que es una iniciativa conjunta de la Organización de Estados Americanos (OEA), el Instituto Costarricense sobre Drogas, el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), la UCR y organizaciones no gubernamentales.
“Lo que se busca es la homogenización porque se vio que había muchos centros, pero que los conocimientos no eran los mismos”, destacó Parrales.
El coordinador señaló que el perfil de quienes podían ingresar al programa es que fueran personas que ayuden a otros, pero que en el pasado también hubiesen superado una adicción.
“Muchos son directores de centros, han vivido con su experiencia y con eso han desarrollado programas empíricamente”, añadió.
Paniagua, por su parte, resaltó el valor de las vivencias personales. “Uno entiende la problemática, sabe cómo se sienten, casi siempre sabe si le están diciendo la verdad o no”, declaró la mujer.
Campeones. En la primera fila del Auditorio, al lado de Maureen Paniagua, también estaban Xiomara Salguero y Virginia Montero.
Salguero es la guía del centro Casa Paz, ubicado en Alajuela, donde ahora Paniagua es colaboradora. El albergue cuida a siete mujeres que están en proceso de recuperarse.
Montero es otra vencedora, que da guía espiritual a mujeres en proceso de recuperación.
Detrás de ellas, en el Auditorio, decenas de colaboradores de centros esperaban oír su nombre.
Geovanny Segura (del Centro de Rehabilitación de Alcohólicos en Goicoechea) y Alex de la Paz (Hogar Salvando al Alcohólico, en Coronado) eran dos de ellos. Ambos lograron salir de su adicción al licor y hoy dan apoyo a otras personas.
“Conocemos el sufrimiento que traen, la estigmatización de la sociedad; entonces, tenemos una mejor sensibilidad humana”, aseveró Segura.
“El que ha tenido la oportunidad de salir del infierno del alcohol, tiene que hacer algo por los demás”, comentó De la Paz.