Cuatro médicos del Hospital William Allen, de Turrialba, fueron absueltos ayer por la muerte de la maestra Yorleny Alvarado Quirós, de 28 años, ocurrida el 25 de mayo del 2004.
El Tribunal de Juicio de Turrialba determinó que había muchas inconsistencias en la prueba brindada por la parte querellante, que exigía tres años de prisión a los doctores y un año de suspensión de la licencia médica.
Los jueces Carlos Acuña, Tatiana García y Miguel Porras señalaron que fueron conscientes del “dolor” y el “trauma” vivido por la familia de la maestra.
“Según la valoración de cada uno de los elementos de prueba, existe un análisis de la querella, la cual se resaltó que era muy inconsistente y hubo contrariedades”, afirmó el juez Porras.
Según explicó el Tribunal, la prueba especializada aportada por una perita del Consejo Médico Forense, quien respondió ampliamente todas las consultas del Tribunal y aclaró las dudas sobre la muerte de Alvarado, les permitió considerar que los médicos realizaron los exámenes y el tratamiento correspondientes.
Alvarado ingresó con un fuerte dolor abdominal al Hospital de Turrialba y murió de una septicemia por infección pélvica.
“No podía haber, bajo ninguna circunstancia, una condenatoria en este caso; los jueces entran a analizar la prueba que se evacuó y la prueba pericial es contundente. El único perito que la parte querellante ofreció tenía un error de diagnóstico”, señaló Julián Solano, abogado de los doctores Rojas, Lorincz y Baldares.
José Albertino Navarro, defensor del doctor Otárola, indicó: “Se ha ratificado mediante todo un proceso judicial el acercamiento a mucha prueba técnica, y se ha expuesto un razonamiento profundo de los jueces”.
El abogado de la familia, Ovidio Pacheco, dijo que interpondrán un recurso de casación.