Insultar a un grupo de subalternos por la desaparición de unos enyucados le costó a Guiselle Rivera Chacón, la fiscala del caso Parmenio Medina, una suspensión de cinco días.
También la responsabilizaron por haber establecido entre el personal de la Fiscalía de Desamparados, San José, un rol para la limpieza de los servicios sanitarios, así como interrumpir la reunión de una subalterna.
La sanción la fijó el Consejo Superior del Poder Judicial el 1.° de julio. El órgano resolvió un proceso disciplinario que comenzó en el 2003.
De un total de 10 hechos denunciados, el Consejo solo pudo verificar tres que calificó como “graves”. Estos tuvieron lugar mientras Rivera tenía a su cargo la Fiscalía de Desamparados.
El Tribunal de la Inspección Judicial –órgano disciplinario– acreditó que Rivera les gritó a sus subalternos “muertos de hambre” al desaparecer su almuerzo. “Al percatarme de la situación, me molesté mucho, como lo hubiera hecho cualquier persona y proferí una expresión al calor de la circunstancia en que me encontraba”, alegó Rivera en su descargo.
Regaño. Aunque el Consejo le dio la razón en cuanto a su molestia, indicó que “no es admisible que a los subalternos, en su propio lugar de trabajo, se les insulte y ultraje con el uso de vocabulario que deja mucho que desear en una funcionaria de su categoría”.
Sobre los roles de limpieza, el órgano administrativo del Poder Judicial comentó que distinto hubiera sido motivar al personal para colaborar con esa tarea, “pero no imponerles un rol para cumplir esas tareas, no porque exista imposibilidad física para realizarlas, sino porque al Estado le resulta sumamente costoso pagar salarios por determinadas funciones y que se dediquen a otras”.
El último hecho tuvo que que ver con la irrupción de Rivera en la oficina de la fiscala Desireé Acuña cuando esta sostenía una reunión con personeros del PANI.
“De forma prepotente le ordenó no seguir atendiendo las consultas porque tenía que presentarse a la reunión que ella (Rivera) tenía que celebrar”, señaló el acuerdo del Consejo.
Aparte de la sanción, ese órgano acordó que, en caso de otorgarle alguna jefatura, Rivera deberá llevar cursos sobre liderazgo y relaciones interpersonales.
La fiscala salió del país luego de concluir el juicio por el asesinato de Parmenio Medina.