Un hombre murió antenoche al caer a un guindo de 60 metros cuando huía de la Fuerza Pública, que lo seguía como sospechoso de un intento de robo a una casa.
El suceso ocurrió a las 8:50 p. m. en el tajo Monte Roca, en Guachipelín de Escazú, San José.
Carlos Jiménez, jefe de la Fuerza Pública de Escazú, manifestó que la persecución se inició en Pozos de Santa Ana, cuando un vecino alertó porque unos sujetos estaban forzando el portón de una vivienda. Agregó que cuando una radiopatrulla llegó al lugar, los individuos escaparon en un carro Hyundai verde.
Tras recorrer varios sitios, los ocupantes del carro se metieron a las instalaciones de la empresa Meco, en Guachipelín, y al verse acorralados por la Policía, los tres sujetos que viajaban en el auto trataron de escapar a pie.
Dos saltaron una malla y corrieron por una calle de lastre por donde iba otra radiopatrulla.
Uno de los individuos, de apellido Murillo y 36 años, se metió a un charral donde hay un guindo de 60 metros de profundidad pues se trata de un tajo. Murillo murió en la caída.
Mientras tanto, los otros dos sujetos, de apellidos Sánchez y Balladares, fueron detenidos.
Cerca del vehículo, las autoridades encontraron herramientas como patas de chancho, destornilladores, un arma calibre 9 milímetros que tenía denuncia por robo, así como joyas.
Asimismo, dijo que el lunes ese carro fue el usado para robar una casa en urbanización Roma, en Pavas, San José, de donde sustrajeron computadoras portátiles, celulares y joyas. “Sabemos que ese vehículo lo estaban usando para robar viviendas en Pavas, Escazú y Santa Ana”, dijo.
Carlos Jiménez informó de que Murillo registraba al menos 30 capturas por diversos delitos, la mayoría relacionados con robos. Él era de Coronado, pero luego vivió en Desamparados. Agregó que los otros dos presos también tienen antecedentes por robo.