El chofer sospechoso de matar a otro conductor que le sonó el pito del carro, la noche del 24 de junio en Montes de Oca, San José, ganó el examen de idoneidad mental para portar armas de fuego dos meses antes de que ocurriera el crimen.
El imputado, de apellido Solís, tiene 23 años de edad y fue detenido el 29 de junio en Coronado de San José. Actualmente, descuenta seis meses de prisión preventiva en la cárcel de San Sebastíán.
Los registros del Departamento de Armas y Explosivos, del Ministerio de Seguridad Pública (MSP), revelan que Solís hizo el examen psicológico el 28 de abril del 2011. La evaluadora fue la psicóloga Marta Molina Lobo.
El 13 de mayo de este año, Solís inscribió y obtuvo el permiso de portación de un arma de fuego, calibre nueve milímetros, de marca
Para realizar la inscripción del arma, Solís aportó, como uno de los requisitos, el certificado de idoneidad mental.
Hace casi cuatro meses, el jefe de la Fuerza Pública de Coronado, Max Apú, reveló que en junio pasado tuvo una gresca con Solís que terminó en golpes y con la detención del joven.
Esa vez, a Solís le decomisaron un arma de fuego, calibre nueve milímetros, que la Fiscalía le devolvió después al considerar que no la usó para amenazar al policía.
Apú explicó que Solís no lo intimidó nunca con el arma de fuego que portaba, pero recordó que en la delegación policial Solís lo amenazó de muerte.
Añadió que, si ella hizo el examen de Solís, entonces duró como mínimo las tres horas que exige el Colegio Profesional de Psicólogos.
Molina afirmó que la evaluación psicológica para portar armas de fuego no garantiza que una persona “en un momento de estrés vaya a reaccionar de equis manera”.
“Es una evaluación que es aquí y ahora. Se hace en una oficina, bajo un ambiente controlado”, dijo.
Molina argumentó que “la evaluación hace todo lo posible, pero no es la verdad absoluta”.
“En Psicología, al ser una ciencia social, es mentira que un comportamiento es exacto. Es mentira que la persona, en un momento de crisis, va a reaccionar exactamente como dice la prueba”, agregó.
La psicóloga comentó que le genera tristeza enterarse de que una de las personas que evaluó es ahora sospechosa de un crimen.
La profesional en Psicología dijo que trabajó un año y medio en el Poder Judicial.