Una mujer de apellido López, de 34 años de edad, deberá afrontar, a partir de este lunes, un juicio como sospechosa del delito de intento de homicidio por lanzar ácido contra una maestra.
El hecho que se juzgará ocurrió el 23 de noviembre del 2011, a las 6:55 a. m., a 100 metros de distancia de la Escuela de Santa Gertrudis Sur de Grecia, Alajuela, cuando la educadora se dirigía a impartir lecciones en ese centro educativo.
La oficina de prensa de la Corte Suprema de Justicia informó de que el juicio está programado para realizarse entre el 17 al 25 de setiembre y se espera contar con la declaración de 18 testigos.
El debate, que se iniciará a las 8 a. m., estará a cargo del Tribunal Penal de Juicio de Grecia y se efectuará en ese cantón alajuelense.
Antecedente. Según la acusación fiscal, la agresión se produjo cuando la víctima, Ana Ligia Solís Alfaro, de 32 años, caminaba hacia el centro educativo.
Testigos dijeron a la Policía que una pareja interceptó a la maestra y, mientras el hombre la agarró, la mujer le roció el ácido en el cuerpo, según narró en aquel momento Javier Aguirre, jefe de la Fuerza Pública de Grecia.
El sujeto escapó del lugar sin que se pudiera obtener una descripción que ayude a la Policía a su identificación. Mientras, un vecino logró retener a la mujer y la entregó a la Fuerza Pública.
Las autoridades no lograron establecer con exactitud cómo huyó el sujeto, pues las versiones eran confusas. Unas personas dijeron que escapó en moto y otras, en un auto, donde había otro hombre.
La mujer, detenida desde aquel momento, ha permanecido en prisión preventiva como sospechosa del delito de intento de homicidio calificado. El Código Penal deja a criterio de los jueces la pena que debe imponerse para los casos de tentativa, pero establece que, para ello, deben tomar en cuenta la sanción que impone para ese delito.
En otros casos de tentativa de homicidio calificado, la pena ha variado entre 15 y 20 años de cárcel.
Móvil. Con base en la acusación del Ministerio Público, este ataque se debió a un problema personal entre ambas mujeres.
La educadora, debido al ácido, sufrió serias lesiones en el cuerpo, en especial en la cabeza, rostro, pecho y las extremidades superiores.
La víctima recibió atención médica en el Hospital San Francisco de Asís, en Grecia, y en la Unidad de Quemados del Hospital San Juan de Dios, en San José.
El abogado Gustavo Corella, quien en este caso figura, junto a Grigory Chaves, como querellantes, dijo que las lesiones fueron muy graves y advirtió de que la afectada no ha podido volver a trabajar como educadora.
“Durante su permanencia en el Hospital, tuvo crisis que la tuvieron al borde de la muerte. Ahora es cierto se puede decir que ha tenido una leve mejoría”, agregó.
El abogado relató que el hecho cambió de manera radical la vida de su representada, quien pasa todo el día encerrada en su vivienda, está muy aislada y perdió casi todo contacto con los amigos.
Corella señaló que Ana Ligia Solís se presentará en el debate donde rendirá declaración como víctima.
Grigory Chaves dijo, por su parte, que en este caso están presentando una acción civil que, solo por daño moral, es de ¢100 millones.
“Sabemos que la imputada no va a pagar esa suma, pero sí nos interesa que se le sancione civilmente como un precedente, sobre todo porque creemos que en esto hay un autor intelectual que todavía no ha sido posible identificar”, comentó.
Ana Ligia Solís es soltera y tenía ocho años de trabajar como educadora especial en escuela citada.