Los deslizamientos registrados desde el viernes pasado en las cercanías del volcán Irazú en Cartago no afectaron la cúspide del coloso, sino que consistieron en la caída de rocas en un precipicio ubicado más abajo, en el sector oeste.
El vulcanólogo Javier Pacheco, del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), informó este lunes que en abril próximo un avión de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), de los Estados Unidos, realizará varios sobrevuelos en el Irazú para tomar fotos con un sistema de radar y confrontarlas con las existentes.
De esa forma, se pretende tener una idea de cuánto material ha caído en el precipicio.
Afirmó que cálculos realizados por el Ovsicori dan la idea de que el material se mueve a unos cuatro centímetros por semana, sin embargo, hay factores como el clima y las variaciones atmosféricas que inciden en los deslaves.
Este lunes Pacheco estuvo revisando datos sobre la sismicidad en la cumbre del Irazú, con el fin de elaborar un informe que se remitirá al Ministerio de Ciencia y Tecnología (Micit) de forma detallada cuando se tengan todos las fotos de la Nasa.
Añadió que la sismicidad también es normal en esa zona y los enjambres aislados pueden estar asociados a los deslaves como los que reportaron el viernes los guardaparques y el personal que da mantenimiento a las antenas retransmisoras de ondas de radio y televisión colocadas en la cumbre del Irazú.
Recordó que el 17 de diciembre del 2014 se generó el derrumbe más grande y que posiblemente influyó que fue un día lluvioso y que desde tiempo atrás las precipitaciones eran fuertes en la zona.
El científico fue enfático en que esos fenómenos no son indicadores de actividad en el cráter del Irazú y, más bien, obedecen a la erosión en la zona.