Miembros del Sindicato de Policías y Oficiales de la Seguridad Pública y Privada (SIPO) se apostaron la mañana de ayer frente a la sede de la cartera de Seguridad para exigir mejoras en sus condiciones laborales.
Entre las peticiones, los agentes organizados piden que les paguen las horas extras de trabajo, aumento del monto que se les reconoce por peligrosidad, así como mejoras en infraestructura y alimentación.
Actualmente, los policías tienen un salario de ¢192.000 y pretenden que su ingreso suba a ¢300.000.
Además, piden que se acelere el estudio de las denuncias internas sobre acoso sexual y laboral.
“Muchas compañeras se quejan. Vivimos en una sociedad de machistas. Muchos superiores, al tener al mando mujeres tan lindas, cuando no las pueden conquistar, terminan presionándolas”, dijo Melchor Astúa, secretario general del Sindicato de Policías.
El dirigente sindical explicó que lo que pretenden es lograr que las mujeres también se sientan a gusto ejerciendo las labores de policía.
El secretario puso como ejemplo “el manejo de compras de buses por millón y resto de dólares a Matra y ellos entregaron buses de segunda”.
A la compra de esos autobuses se le realizó una auditoría.
El resultado de ese estudio fue entregado el 26 de febrero del 2010, durante la gestión de la exministra Janina del Vecchio.
Una de las conclusiones de esa auditoría señala: “Se determinó que en su mayoría los autobuses entregados por la empresa Matra Ltda. registraban en su odómetro más de 3.000 kilómetros de uso, situación irregular por tratarse de unidades nuevas que el Ministerio compró ”.
El ministro de Seguridad Pública, José María Tijerino, recibió durante unos minutos a los dirigentes sindicales.
Tijerino prometió estudiar el caso y calificó de “sensatas y justas” las propuestas de los sindicalistas. Agregó que algunas demandas “ya se están cumpliendo”, al tiempo que compartió la inquietud por el tema de la corrupción.
“Comparto su celo para que no se tolere corrupcion de ninguna especie”, enfatizó Tijerino.