17/03/2013. Luego del millonario decomiso de licores ayer en las cabinas del bar manolos en Guápiles los oficiales de la policía del control fiscal encontraron un cautiverio ilegal de tepezcuintles. Después de revisar la parte trasera de una propiedad, los funcionarios encontraron un gran aposento donde mantenían a mas de 40 tepezcuintles que serian sacrificados para su venta.
Pococí. La Fuerza Pública y la Policía de Control Fiscal rescataron en este cantón 40 tepezcuintles que estaban listos para ser sacrificados para la venta.
El operativo ocurrió el viernes en la tarde en una propiedad ubicada a cinco kilómetros del centro de Guápiles.
Según la Policía, en la propiedad hay un bar, varias cabinas y un extenso terreno, en donde el dueño mantenía retenidos a los animales.
El propietario del terreno fue identificado por las autoridades como de apellido Brenes.
Durante la requisa, las autoridades encontraron escondidos 40 tepezcuintles en una especie de redondel que estaba detrás del bar y las cabinas.
En otro aposento, dentro del mismo local, Brenes tenía la carne empacada de otros animales y en hieleras listas para la venta. No trascendió las cantidades que fueron decomisadas.
Además, los oficiales hallaron 28 animales ya sacrificados al realizar la revisión de la cajuela de un vehículo que estaba adentro de la propiedad.
Se cree que el vehículo pertenece al propietario del terreno, sin embargo esta información no fue confirmada.
Miguel Aguilar, funcionario del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), quien también participó en el operativo, comentó que el hombre cazaba a los animales, los encerraba en el redondel, los alimentaba y luego los sacrificaba dándoles un balazo en la cabeza.
Aguilar explicó q ue este tipo de carne es muy cotizada y que en el mercado se cotiza entre los ¢10.000 y ¢12.000 por kilo.
Los animales vivos fueron llevados a un albergue y el propietario quedó en libertad.
La nueva Ley de Reformas y Adiciones a la Ley de Conservación de Vida Silvestre establece multas de hasta de ¢1,5 millones para quienes maten animales por razones ajenas a temas de subsistencia, fines científicos o para controlar especies. Además, fija multas hasta de ¢900.000 para quien trafique especies de vida silvestre.
Además de los animales decomisados, las autoridades también confiscaron gran cantidad de licor clandestino en una galera.