Los reos de la cárcel La Reforma tienen miedo de tomar agua del centro penitenciario, pues no hay garantía de que sea potable.
La Sala IV declaró parcialmente con lugar un recurso de amparo, el pasado 17 de junio, presentado por un reo de la Unidad de Pensiones Alimentarias, quien alegó que tenía temor porque el agua que consumía no era potable.
Los magistrados condenaron al Estado a pagar daños y perjuicios causados, y ordenaron a Acueductos y Alcantarillados (AyA) realizar pruebas técnicas para determinar la potabilidad del agua suministrada a los privados de libertad.
En el recurso, presentado el 29 de junio del año pasado, se señala además que en el módulo D “no existen salidas de emergencia y, mucho menos, un plan de evacuación que permita salvar la vida de los privados de libertad en caso de un sismo o de un incendio”.
Los magistrados de la Sala IV aceptaron los reclamos por la ausencia del plan de evacuación, la falta de salidas de emergencia y porque no se garantiza la potabilidad del agua ni la correcta disposición de desechos sólidos.
A partir de ahora, las autoridades de Adaptación Social, de La Reforma y del Ministerio de Salud tienen tres meses para atender estos reclamos.
Además, por otro recurso de amparo presentado por un reo del ámbito D, y declarado parcialmente con lugar, la Sala IV ordenó a las autoridades de La Reforma instalar cinco servicios sanitarios y lavamanos, así como las mesas y sillas necesarias para que los presidiarios ingieran sus alimentos, y fumigar ese ámbito para mantenerlo libre de plagas.
A lo anterior se suma la orden de entubar los cables eléctricos que se encuentran en la celda del denunciante, y pintar las paredes de todas las celdas, dentro de ocho meses.