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La tarde de este martes a eso de la 1:00pm, en La Alegría de Siquirres se dio un hecho muy inusual producto de las lluvias y las rayerías. Un rayo mató a 21 vacas, el mismo impacto en algún lugar de la finca, las vacas se encontraban debajo de un gran árbol de gallinazo que se encuentra en la misma.
Siquirres, Limón. Un rayo fulminó el martes a 21 vacas que se protegían de la lluvia, debajo de un árbol, en un potrero en La Alegría, cantón de Siquirres, Limón.
El hecho ocurrió cuando había mucha rayería y llovía fuerte en una finca, propiedad de Manuel Alvarado Coto.
El hombre no se explica cómo murieron sus reses. “He visto y escuchado de tres o siete vacas que mueren, pero 21 animales es increíble”, manifestó.
Agregó que acostumbra visitar las vacas en la tarde, pero el martes no pudo hacerlo hasta la noche pues debió realizar varias diligencias personales.
“Busqué las vacas y solo vi unas 13 que tengo en la misma finca, pero no estaban las restantes. Caminé y pensé que se las habían robado.
”Mi primera impresión fue ver un toro muerto en el suelo. Cuando miré hacía el árbol de gallinazo, no lo podía creer: todas las vacas estaban tiradas en el suelo”, relató el finquero Alvarado.
De acuerdo con sus cálculos, las pérdidas son de alrededor de ¢9 millones. “Fue una gran pérdida; es muy triste ver que una vaca que parió gemelos murió con uno de ellos. El otro estaba bramando a su lado. Esto me hizo llorar”.
Rayería. Según registros del Departamento de Descargas Atmosféricas, del Instituto Costarricense de Electricidad, el martes cayeron 3.991 rayos en el Caribe.
Ileana Mora, meteoróloga del ICE, precisó que entre la 1:10 p. m. y 1:40 p. m., hubo ocho descargas con intensidades entre los 5.000 y 30.000 amperios en un radio de un kilómetro del centro de La Alegría.
“El breaker (interruptor) de una casa mediana promedio aguanta 125 amperios. Una descarga de un amperio puede matar a una persona”, explicó Diego Morales, estudiante de ingeniería eléctrica de la Universidad de Costa Rica.
Rolando Ríos, ingeniero del ICE, explicó que las vacas probablemente murieron de un paro cardíaco.
“El rayo cae y entra al suelo, por lo que el voltaje va disminuyendo en el radio alrededor de ese punto. La corriente primero entra a un par de patas (delanteras o traseras) de las vacas y después al otro par.
”Como entre las patas traseras y delanteras hay una distancia de un metro, ocurre una variación de voltaje que provoca el paro”, indicó.
Alvarado se apresta ahora a enterrar los semovientes pues la carne no es apta para consumo.
