Este jueves se inauguró la primera unidad canina regional ubicada contiguo al Centro de Atención Institucional El Roble, en Puntarenas. El propósito es fortalecer las diferentes tareas que realiza la Policía Penitenciaria en los diferentes centros carcelarios del país.
La unidad canina permitirá agilizar los controles de ingreso de visitantes y las requisas dentro de los ámbitos de las cárceles.
A las 10 a.m. se inauguraron las instalaciones que tienen un área de construcción de 175 metros cuadrados y representan una inversión de ¢115 millones.
En noviembre del año anterior la Embajada de Estados Unidos había realizado una donación de 19 canes y cuatro vehículos completamente equipados, así como las capacitaciones y medicamentos para los animales, entre otros.
La Unidad Canina está compuesta por perros de distintas razas, entre las que destacan Golden Retrievers, Belgium Mallinois, Labrador, Schnauzer Gigante y Pastores Alemanes.
En total, son 22 animales los que se encuentran en servicio, los cuales han sido entrenados para la detección de explosivos, psicotrópicos y rastreo de personas.
En el centro penitenciario de El Roble vivirán tres perros: un Pastor Alemán llamado Rex y dos Pastores Belgas llamados Tazmania y Rambo, que rondan los 2 y 3 años.
Vivirán junto a los policías penitenciarios y serán los encargados de realizar trabajos como detectar drogas en alimentos, ropa, utensilios y personas que ingresan a relacionarse con los privados de libertad.
En la actividad de inauguración estuvieron presentes La ministra de Justicia y Paz, Cecilia Sánchez, el Embajador de los Estados Unidos de América, S. Fitzgerald Haney, el director de la Policía Penitenciaria, Pablo Bertozzi y la directora del CAI de Puntarenas Dulce Umanzor.
En los últimos meses los policías penitenciarios porteños han detectado drogas por parte de personas que llegan a la visita.
La Policía Penitenciaria ha logrado decomisar este año más de 80 kilos de droga en los centros penales (principalmente marihuana, cocaína y crack) y más de 3.300 celulares y artefactos prohibidos.
Un total de 384 personas han sido sorprendidas intentando ingresar algún tipo de droga a un centro penal en lo que va del 2015. Aunque es un delito, hombres y mujeres se arriesgan constantemente en las visitas semanales.