EscucharUn poderoso clan narcotraficante adiestraba sicarios aquí para matar a vendedores de droga de otros grupos rivales, que se negaban a abandonar puntos estratégicos que les quitaban por la fuerza para establecer su venta.
El líder del grupo fue capturado ayer en una de sus casas en barrio Pinto, en Montes de Oca, y fue identificado por la Fiscalía como Marco Antonio Zamora Solórzano, conocido como Indio (39 años).
Otras 11 personas, entre ellas dos hermanos de Zamora y su hija, quien fungía como la administradora del dinero, también cayeron en otros puntos del país.
Según informó la Fiscalía, Zamora se dedicaba al tráfico local de droga, legitimación de capitales y envíos de cocaína a Nicaragua y Guatemala.
Jorge Rojas, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), explicó que el clan se adueñaba de distintas comunidades para establecer ventas de droga, llamadas búnkeres, donde ya funcionaban otros grupos.
Si los vendedores rivales no se iban, el nuevo grupo contactaba a los sicarios para que los amenazaran, amedrentaran y asesinaran.
La Fiscalía vincula el clan con el homicidio de un menor de 16 años, ocurrido el 20 de junio del 2011 en Pavas; el de dos mexicanos en Los Lagos de Heredia el 12 de agosto, 2011; y el de un colombiano en el centro de San José, perpetrado el 22 de octubre del mismo año.
La banda fue desarticulada ayer por la Fiscalía y el OIJ, tras realizar 21 allanamientos en Desamparados, Pavas, barrio Cristo Rey –distrito Hospital–, San Pedro (Montes de Oca) en San José; y Santa Cruz en Guanacaste.
Los otros capturados se apellidan Mondragón (colombiano), Alvarado (asesor financiero), Badilla (expolicía), Porras, Calderón, Hernández; también, una mujer, apellidada Martínez, y otra persona no identificada ayer.
Rojas dijo que en el operativo denominado “Cuatro Plumas”, participaron 280 agentes del OIJ, 16 fiscales y 17 jueces. Se allanaron cinco búnkeres en barrio Cristo Rey y en Dos Cercas, Desamparados, donde se movía diariamente ¢1 millón, en cada uno, por la venta de estupefacientes al menudeo.
Se decomisaron 12 armas de fuego (un fusil M-14, una subametralladora y siete pistolas calibre 9 milímetros y un revólver calibre 38), 10 viviendas, seis autos, dos motos, $125.000 y ¢5 millones en efectivo, 19 kilos cocaína, celulares, pasamontañas y un chaleco antibalas.
Sus integrantes realizaban entrenamientos con disparos, vigilancia de objetivos, acondicionamiento físico y detección de sujetos vinculados con los intereses propios de la organización. Incluso, añadió que en la banda de “Los Perros” se valoraba si sus sicarios eran premiados con viajes al exterior (incluido México) para recibir asesoramiento o adiestramientos como estímulo por su trabajo.
Entre los detenidos, se determinó que Badilla (el expolicía, alias Niño) era el jefe de los sicarios; este sujeto tiene pendiente un juicio por secuestros extorsivos.
Además, se detalló que Porras (alias Ojos) intervenía directamente en los homicidios y Mondragón (alias la B) los planificaba.
Espinoza aseguró que la banda del Indio es la organización narco desarticulada en nuestro país que tiene mayor parecido a la estructura de un cartel mexicano.
“Es violento, permanente, respeta jerarquías, tiene mucha cohesión interna, hace acopios de armas de fuego y tiene grupos de sicarios que toman adiestramiento”.
