Barra del Colorado (Pococí). En el marco de la inusual presencia policial que había ayer, los pobladores de esta localidad limonense, fronteriza con Nicaragua, volvieron a quejarse de la falta regular de efectivos de la Fuerza Pública.
Uno de los más molestos es el hotelero Guillermo Cunningham, quien dijo que en materia de seguridad han estado “olvidados toda una vida”.
La queja no es para menos pues Barra del Colorado, en Pococí, cuenta con tres policías permanentes que ocupan un local improvisado cerca del campo de aterrizaje, y deben vigilar una extensa área montañosa y de canales que, según reiteradas denuncias, es utilizada por grupos narcotraficantes para el trasiego de estupefacientes.
“Aquí, vivimos por la libre, como barcos sin capitán. Entra mucha gente que no sabemos quién es y tan misteriosamente como aparecen igual desaparecen”, manifestó Cunningham.
El empresario dijo que, en cierta parte, tiene razón Edén Pastora Gómez –quien dirige las labores de dragado del río San Juan– cuando dice: “Esta es tierra de nadie”, pues ningún poblador tiene título de propiedad; además, tienen años de estar pidiendo al Estado que se defina y lo único que han logrado son promesas de que los van a atender.
Tranquilidad. En esta población, la más cercana a finca Aragón, donde el Gobierno atribuye a los responsables del dragado depositar sedimentos sacados del río San Juan, así como corta de árboles, ayer se vivía un ambiente tranquilo.
La Policía no hizo sobrevuelos al área, motivada principalmente porque desde el sábado las autoridades nicaraguenses retiraron del sitio la draga que efectuaba el trabajo. Versiones no confirmadas indican que se llevaron la máquina para San Juan de Nicaragua.
Entre tanto, ayer se hizo el “relevo” de parte de los oficiales que fueron enviados a Barra del Colorado, según informó la oficina de prensa del Ministerio de Seguridad.
La Nación observó la salida de varios grupos de policías, pero no vio llegar en los vuelos a los oficiales de relevo.
Personas destacadas en la zona dijeron que ahí quedarán el grupo de zapadores y los que conforman la Unidad de Intervención Policial (UIP), que es gente entrenada para labores en montaña.
Carlos Gutiérrez, de la Cruz Roja, dijo que desde hoy solo quedaran dos paramédicos en el lugar.