Unos puñados de pelos extraídos de las colas de alrededor de 1.500 vacas ayudarán a determinar con mayor certeza si una determinada carne proviene de un animal robado.
El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) inició un mapeo genético del ganado costarricense usando pelos. La muestra incluye unas 750 fincas de todo el país, según explicó ayer Juan Miguel Cordero, encargado del proyecto.
Con esos datos, por ejemplo, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) podrá saber si el ADN de una carne decomisada coincide con el de restos hallados en algún potrero, o tiene parentesco con otros bovinos de alguna finca.
Anteriormente, cuando se localizaba carne aparentemente ilícita, las autoridades solo podían decomisar el producto e iniciar un procedimiento para cerrar el negocio.
Ahora, además, la Policía Judicial podría llevar a los sospechosos del robo ante la Justicia.
“Tendremos suficiente elemento probatorio científico para mostrar a un tribunal que la carne es de ganado robado y que la persona es culpable”, explicó Alex Chavarría, de la Sección de Robos y Hurtos del OIJ y promotor del proyecto.
Más denuncias. De acuerdo con datos estadísticos del Poder Judicial, las denuncias por hurtos de ganado aumentaron significativamente en el último año. Durante el 2011 se recibieron 350 denuncias; es decir, 76 más que en el 2010.
Chavarría señaló que entre las acusaciones también se encuentran destace ilegal, contrabando y lavado de ganado.
“El lavado de ganado es cuando, por ejemplo, alguien roba cinco vacas jóvenes y le dice a un finquero, con ejemplares de la misma raza, pero viejos, que se las cambia. El finquero gana, pues las jóvenes dan más producción de leche y crías. Y la otra persona tiene más volumen (de carne) para vender”, indicó.
El 7 de octubre del 2010 entró en vigencia la Ley de Control de Ganado Bovino, Prevención y Sanción de Robo, Hurto y Receptación (Ley N.° 8799), que castiga esos delitos.
Ayer, funcionarios de Senasa mostraron a agentes de la Sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios, y de Robos y Hurtos, del OIJ, cómo recolectar correctamente la muestra de pelos para extraer el ADN. Los agentes usarían el método cuando las circunstancias del caso lo permitan.
Decomiso. También ayer, las autoridades realizaron un operativo en Cañas, Guanacaste, cerca de la subasta ganadera, en el que decomisaron cerca de 40 cabezas de ganado y algunos camiones.
Según las autoridades, los finqueros pierden alrededor de ¢11.000 millones al año por el robo de sus animales. Colaboró el corresponsal Julio Segura.