San José (Redacción). El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) señaló que no hay indicadores de inyección magmática superficial en los dos boquetes del volcán Turrialba.
Así lo explicó el científico Marino Protti, en una conferencia de prensa realizada esta mañana en las instalaciones de la Universidad Nacional (UNA).
Desde temprano, vulcanólogos ascendieron al coloso para recoger muestras del material expulsado y determinar si se trata de material juvenil (fresco) o si es material de procesos anteriores.
Hacia las 11 a. m., la cámara que se ubica en el cráter del volcán mostraba una disminución considerable en la emanación de ceniza.
Protti recordó que, desde finales de los 90, hubo una inyección de material magmático en la parte profunda del volcán, lo que modificó el sistema hidrotermal y por esto inició la acumulación de gases.
En enero del 2010, ocurrió una salida repentina de estos gases, que produjo la apertura del primer boquete. En enero del 2012, se abrió otro boquete por este mismo proceso.
La erupción de ceniza de este martes se debe a que los gases que emana de los dos boquetes han erosionado las paredes, lo que genera la salida de material muy fino.
Cerca del mediodía, la ceniza era dirigida al noroeste del volcán Turrialba, donde hay una zona boscosa.
Según vecinos de Guápiles, las columnas más altas superaron los dos kilómetros arriba de la cima del volcán. El Ovsicori recordó que el Turrialba es un volcán muy explosivo, que en su última actividad magmática alcanzó, con cenizas, el Valle Central y gran parte del centro del país.
Hasta el mediodía no se había confirmado la salida de material juvenil (magma fresco) por lo que se puede inferir que se trata de material triturado de capas preexistentes, similar al producido en los eventos del 2010 y 2012. La caída de material fino en el sector de La Silvia y La Picada afecta principalmente pastos dedicados a la producción lechera y algunos cultivos aislados indica el más reciente informe del Ovsicori. En condiciones de lluvia, la fina capa de material tiende a escurrirse hasta el suelo donde se integra posteriormente, sin mayores efectos. Cuando el tiempo está seco, los efectos pueden ser más severos en la cobertura vegetal, animales e infraestructura metálica. Esta información fue actualizada a las 2 p. m.