El ministro de Seguridad de Panamá, José Raúl Mulino, aseguró que la frontera tico-panameña es “una pequeña Tijuana”, en alusión a la ciudad mexicana –fronteriza con los Estados Unidos– afectada por el narcotráfico y el flujo de inmigrantes.
De ahí que Mulino urgió a las autoridades costarricenses a celebrar una reunió n bilateral en busca de estrategias conjuntas.
El ministro de Seguridad Pública de Costa Rica, José María Tijerino, anunció ayer que el próximo jueves viajará a Panamá para hablar del tema.
“Hay un caos indiscutible en Paso Canoas. Eso es conocido por todos. Celebro la buena disposición del Ministro de Panamá”, comentó el funcionario tico.
Su homólogo de Panamá dijo ayer, vía telefónica, que utilizó a la ciudad de Tijuana para explicar a la opinión pública de su país las connotaciones de una frontera abierta “de norte a sur”.
“Gracias a Dios no tenemos los problemas de Tijuana (este mes la cantidad de homicidios llegó a los 732, en su mayoría víctimas de conflictos entre traficantes de drogas, según las autoridades).
“La idea es llamar la atención para sentar las bases de un acuerdo con Costa Rica que nos permita llevarle el pulso a la actividad fronteriza en el sector de Paso Canoas, así como por el lado de Bocas del Toro y Sixaola (en el Caribe)”, puntualizó el Ministro panameño.
“Lidiamos con problemas de delincuencia internacional. Con la Ministra saliente (Janina del Vecchio) tuvimos una reunión. Ahora es momento para retomar la agenda bilateral fronteriza”, agregó Mulino.
Tijerino, por su parte, dijo que al existir edificaciones a ambos lados de la línea fronteriza, es imposible cualquier regulación.
El sábado, Michael Estribí Núñez fue asesinado en la frontera. Él era hijo de Eliécer Estribí Guerra, uno de los cinco hombres ejecutados en el 2008.