La Dirección de Migración y Extranjería ordenó abrir una investigación por el irregular ingreso de más de 100 nicaraguenses a nuestro país, luego de que el periódico El Nuevo Diario denunciara ayer esta situación.
La publicación de ese diario señala que con la promesa de pago de $50 diarios, 115 neosegovianos “fueron llevados (desde el martes) hasta fincas costarricenses donde supuestamente trabajarían en el corte de naranjas, pero en realidad se trataba de un plan para explotarlos con ingresos que no les darían ni para los tres tiempos de comida”.
De ese grupo, se añade, 53 de los afectados prefirieron devolverse el jueves a Nicaragua. Del otro grupo, se desconoce el paradero.
Freddy Montero, director de esa entidad, señaló que giró instrucciones, para indagar esos hechos, a la Policía de Migración, la Unidad de Investigación y la Gestión de Trata y Tráfico Ilícito de Migrantes.
En un comunicado de prensa, se indicó que ya coordinaron con el cónsul de Nicaragua en Liberia, Alex Centeno, y funcionarios de la regional de Liberia para que visiten el lugar y recaben informes.
Migración confirmó que esas personas efectivamente ingresaron al país en forma irregular, ya que no pasaron por el puesto fronterizo ni por las oficinas migratorias que funcionan por mandato legal en Peñas Blancas de La Cruz, Guanacaste.
Odisea. La publicación de El Nuevo Diario estuvo a cargo de los corresponsales Lésber Quintero y Leoncio Vanegas. Pese a que se intentó consultarlos, no se encontraban en la Redacción de ese diario.
En su narración, ellos señalan: “Al llegar este jueves a Cárdenas, con los pies en llagas, y hambrientos, relataron la odisea que vivieron en manos de sus ‘contratistas’, quienes los llevaron hasta fincas ticas utilizando rutas clandestinas, y una vez en el lugar les informaron que apenas ganarían para no morir de hambre.
”Cuando nos buscaron para hacernos la propuesta de trabajo, nos dijeron que ganaríamos 50 dólares al día, que viajaríamos a Costa Rica legalmente y que se nos respetarían nuestros derechos laborales’, narró decepcionada doña Emelina Mercedes Laguna, una de las 30 mujeres del grupo”.
Los denunciantes relataron que fueron llevados en un camión por la carretera Panamericana, pero en vez de dirigirse hacia Peñas Blancas, se desviaron a otro sitio.
El grupo de obreros fue repartido entre una finca conocida como Las Palmas y otra hacienda localizada entre los distritos La Garita y Santa Cecilia, del cantón La Cruz.
“Una vez en los plantíos de naranja, los nicas supieron que todo era una farsa. Primero les aclararon que no ganarían 50 dólares, sino 1.800 colones. El pésimo trato laboral motivó a los obreros a ponerse en huelga, y como no llegaron a acuerdos, no tuvieron más salida que retornar por veredas a suelo nicaraguense”, dice la publicación.