Explicó que fueron dos personas que dijeron representar al Instituto Nacional de Seguros (INS) quienes se apersonaron como querellantes.
“Inicialmente la pena que yo acepté era de cuatro años pero por la oposición no se llegó a un acuerdo. Incluso yo llegué a aceptar que la pena fuera de hasta seis años”, relató.
Lobó mencionó que la oposición fue de Fernando Apuy y otro hombre de apellido Coto. Agregó que luego trascendió que uno de ellos era parte del equipo de abogados del expresidente de la República, Miguel Angel Rodríguez.
“La negativa de ellos fue evidente. Lo que no querían era que José Antonio Lobo dijera la verdad objetiva de lo que había sucedido con Alcatel. Fui al único que le presentaron una querella de esa naturaleza. Hernán Bravo (otro exdirectivo del ICE) se sometió a un proceso abreviado. El interés era que yo no hablara, que me sometiera a dicho proceso” agregó.
Lobo declaró que fue luego de ese impedimento que se presentó la posibilidad de acogerse a un criterio de oportunidad.
Ante una pregunta de la fiscala Greysa Barrientos sobre si la Fiscalía le había girado instrucciones sobre lo que debía decir en este caso, respondió: “el Ministerio Público nunca me ha dicho una instrucción en dicho sentido. Yo quiero asumir públicamente frente al país la responsabilidad de mis actos y en tres años empezar otra etapa de mi vida privada como ciudadano. Quiero que situaciones como la mía sirvan de ejemplo, a la gente que esta involucrada, que esto no debe ser y no debe suceder”.
La Fiscalía terminó con el interrogatorio y continuó posteriormente el Procurador de la Ética Pública, Gilbert Calderón.