Vanessa Dvila es prima de Mara Lourdes Dvila Moreno que muri ayer(21 de agosto, 2012) en un consultorio mdico en Heredia,
La jueza penal de Heredia, Vivian Coles Calderón, dictó una fianza de ¢25 millones al médico, de apellido Saavedra, detenido por la muerte en su consultorio de María Lourdes Dávila Moreno, ocurrida en barrio Los Ángeles, Heredia.
La oficina de prensa del Poder Judicial dijo que el imputado no será liberado antes de que se acredite el pago de la caución; además, deberá firmar una vez al mes, mantener domicilio estable, no salir del país ni acercarse a su consultorio.
Por otra parte, Saavedra tiene prohibido intimidar a testigos y comunicarse con familiares de la ofendida. Las medidas regirán durante todo el proceso penal.
La Fiscalía de Heredia había pedido seis meses de prisión preventiva para el médico por el presunto delito de homicidio calificado, ocurrido el martes a eso de las 8 a. m.
La víctima apareció tirada en el suelo, con señales de golpes en la cabeza, rostro y extremidades superiores; además, con una herida en el cuello, presuntamente hecha con un bisturí.
La jueza que dictó la sentencia de ayer fue sancionada en octubre del 2007 , cuando la Corte Plena la amonestó porque en el 2006 ordenó el cese de un allanamiento por narco antes de que los fiscales y policías recopilaran toda la evidencia.
Actualmente, Coles tiene otro caso pendiente porque en agosto del 2011 –actuando como Tribunal Penal– liberó a 12 policías, detenidos por narco, debido a que hubo una falla en un CD y no escuchó la sentencia que les prorrogó la prisión preventiva.
La mujer aseguró que María Lourdes Dávila mantenía una relación sentimental con el doctor Saavedra desde hacía varios años.
Recordó que su prima le enseñó una constancia de prueba de embarazo positiva.
Precisamente, los exámenes forenses se encaminan a aclarar si ese último hecho es cierto. De ser así, la Fiscalía le atribuiría al médico dos homicidios calificados.
Dávila también manifestó que su prima recibía insistentes llamadas por parte de Saavedra para que se presentara en su consultorio. “Él la llamaba para que fuera ahí para inyectarla e incapacitarla por cuatro días”, dijo.
Dio cuenta de que su prima trabajaba como cajera en una cafetería y estudiaba informática e inglés para ofrecerle un mejor futuro a su hijo, de seis años.