El Juzgado Penal Juvenil de Heredia redujo ayer una condena inicial de 15 a ocho años de prisión impuesta a un colegial de 17 años, por el asesinato, en julio del 2010, de Nancy Chaverri directora del Colegio Montebello, en Heredia.
La sentencia se dictó luego de que el Tribunal de Casación Penal de Goicoechea anuló parcialmente el primer juicio realizado en noviembre anterior. En esa ocasión los jueces confirmaron la culpabilidad del menor, pero el Tribunal declaró la ineficacia de la fijación de la pena al alegar que no estaba bien fundamentada.
Por esa razón ordenaron que se realizara una nueva audiencia para fijar solamente la pena. La diligencia la tenía que realizar un juez diferente al que dirigió el primer juicio.
La nueva audiencia había comenzado el jueves y concluyó ayer a las 11:30 a. m. Durante la sesión que fue privada, la Fiscalía Penal Juvenil pidió que se mantuviera la pena de 15 años, mientras que la defensa abogó por una reducción en el monto de la condena.
“Desde el punto de vista de la familia, el interés era que se estableciera la responsabilidad, lo cual fue ratificado. Sin embargo, nos parece una decisión muy peligrosa desde el punto de vista social lo que comunica la pena. Esto porque dada la gravedad de las lesiones y de las circunstancias del caso, creemos que la pena no es proporcional y más bien comunica demasiada suavidad en relación con el hecho realizado”, afirmó Morales.
Agregó que con esta sentencia se están marcando parámetros. “Si para un homicidio calificado le van a meter ocho años, para un homicidio simple se supone que será n tres o cuatro años”.
Tanto Morales como el Ministerio Público informaron que impugnarán la condena ante el Tribunal de Casación.
Guillermo Ampié Bonilla, defensor del colegial, manifestó que a la hora de imponer la sanción el juez valoró las condiciones favorables que el menor tiene en el ámbito familiar, social, educativo, cultural, las cuales le permitirán y facilitarán una reeducación, rehabilitación y reinserción a la sociedad.
Ampié enfatizó que, por respeto a la privacidad del procedimiento penal juvenil, los padres decidieron no referirse al caso.