Desde el 2004, Chile implementó los Tribunales de Tratamiento de Drogas como una opción en el proceso judicial.
La experiencia de ese país ha sido que, de todas las personas que se someten al programa, entre un 70% y un 80% lo culminan con éxito, según narró ayer el juez chileno Alberto Amiot, quien estuvo presente durante la firma del convenio entre el Poder Judicial y el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD).
Actualmente, según detalló el juez, Chile cuenta con 18 tribunales de ese tipo distribuidos en todo el país, y se espera que durante el año se abran otros seis.
“El programa funciona por la vía legal de la suspensión condicional del procedimiento, donde el imputado, en presencia del juez, el fiscal y el defensor, se compromete a cumplir con determinadas condiciones como someterse a la rehabilitación y presentarse en las audiencias de seguimiento de los tribunales”, explicó Amiot.
El juez agregó que, una vez que la persona cumpla con todo el proceso, los jueces dictan el sobreseimiento definitivo de la causa.
Amiot también indicó que, si la víctima se opone, podría procurar una revocatoria a la suspensión del proceso, pero que eso casi nunca ocurre.
En nuestro país, según los encargados del plan, la víctima sería consultada.