El director de la cárcel de Pococí, Limón, Gílbert Zamora Mora, de 59 años, fue despedido de su cargo porque, supuestamente, un reo le daba masajes en un dormitorio dentro de la prisión.
La gestión de despido sin responsabilidad patronal fue firmada por el ministro de Justicia, Hernando París, y notificada el 1.° de abril de este año.
El documento señala que Zamora utilizó en varias ocasiones los servicios de masaje terapéutico del reo José Miguel Sosa Quirós, de 49 años, quien descuenta ocho años de prisión por abuso sexual contra su hijastra sorda, cuando ella era menor.
La jefa de la Dirección Jurídica del Ministerio de Justicia, Ilse Mary Díaz, advirtió en una nota incluida en el expediente administrativo que es prohibido para los funcionarios penitenciarios establecer relaciones con los privados de libertad.
“Se compromete la seguridad institucional y puede dar lugar a sobornos o cualquier situación anómala. El director siempre debe dar a respetar su posición con respecto a los administrados”, agregó Díaz.
En la carta de despido se señala que el funcionario también cometió otras faltas graves, como haber utilizado un vehículo institucional para trasladar, desde Pococí hasta su casa, en Turrialba, una pierna de cerdo que un subalterno le donó el 23 de diciembre del 2008.
Sin embargo, reconoció que él estaba de vacaciones cuando le llevaron la pierna de cerdo, y dijo que fue el administrador de la cárcel quien dio la orden. Sobre los masajes, dijo que los hubo solo una vez debido a una lesión.
El jefe de la cárcel, al parecer, recibía los masajes en el salón multiuso y en su cuarto; el hombre aseguró a
A Zamora, el Ministerio de Justicia le imputó 18 cargos, como el haber “ofendido el orden y la moral públicos; deteriorado y comprometido la imagen del Ministerio con comportamientos inmorales e inadecuados”, entre otros.
El ahora exdirector interpuso un recurso de amparo ante la Sala Constitucional, porque el Tribunal del Servicio Civil declaró sin lugar el despido, al considerarlo desproporcionado.
No obstante, los magistrados declararon sin lugar el alegato de Zamora, tras indicar que la Sala es incompetente.
El ministro París comentó que el Tribunal del Servicio Civil solo puede resolver casos de funcionarios en propiedad, y Zamora tiene una plaza de interino desde el 5 de agosto del 2002.