El incendio que acabó por completo con dos mueblerías la madrugada de este jueves en San Rafael de Alajuela dejó pérdidas en maderas, equipos, infraestructura y mobiliario por más de ¢30 millones.
"Me avisaron anoche, era increíble ver el fuego. Aquí hay más de ¢30 millones en pérdidas. Somos seis los que trabajamos aquí, ahora espero vender la chatarra para pagarle a los empleados. Algunas empresas me han ofrecido ayuda para levantarme un poco, la verdad es muy duro pasar por esto", dijo Moisés Quiros, propietario de la mueblería La Bendición.
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Por su parte Gerardo Acosta, dueño de la mueblería Acosta, dijo que las pérdidas son totales. "Hay que ver lo difícil que es ver las cosas de uno ardiendo y no poder hacer nada, aquí perdí muchos años de esfuerzo, de trabajo, con esto saqué adelante a mis hijos y ahora ellos trabajaban conmigo".
El incendio fue unos 600 metros al oeste de la Iglesia católica del lugar y consumió 650 metros cuadrados, dijo Pablo Montoya, supervisor de Bomberos. Anoche, la información brindada por el Cuerpo de Bomberos mencionaba que el fuego amenazaba 1.500 metros cuadrados.
Montoya añadió que aproximadamente 25 bomberos combatieron las llamas. al sitio llegaron dos unidades extintoras, un cisterna, un tanque y un vehículo ARAC, que facilita el equipo de aire comprimido y oxígeno que usan los bomberos.
Según la versión de algunos testigos, uno de los guardas de seguridad privada de los locales ubicados al frente de las mueblerías fue quien se percató del fuego pasadas las 12 de la noche, por lo que alertó a las unidades de emergencia.
Las dos mueblerías tenían más de 15 años de permanecer en este lugar. Una venta de repuestos aledaña sufrió daños parciales.
Este jueves los propietarios y algunos empleados realizaban labores de limpieza, mientras que personeros de Ingeniería de Bomberos hacían las respectivas revisiones.
Los rostros de incertidumbre y de no saber qué hacer de ahora en adelante prevalecían, al ver millones de colones convertidos en cenizas y escombros.
Moisés Quirós, dijo que la fábrica de muebles le daba sustento a las familias de seis trabajadores y contaba con una gran cantidad de clientes, inclusive de empresas grandes. Ahora pide un poco de paciencia para poder reponer los encargos en los que trabajaba y se quemaron.
Los dueños esperan que la póliza que tenían con el Instituto Nacional de Seguros les permita recuperar al menos parte de los daños y retomar su empresa.
Las llamas quedaron confinadas a la 1:06 a. m., media hora después de recibida la alerta.