La Fiscalía pidió la tarde de ayer imponer 51 años de prisión a cada uno de seis hombres acusados de asesinar, de un balazo en la cabeza, a un joven el 4 de agosto del 2009 en Pérez Zeledón.
Los imputados enfrentan cargos por los delitos de asociación ilícita, robo agravado y homicidio calificado en perjuicio de Carlos Alberto Fernández Monge.
Este hombre, entonces de 28 años, se encontraba en una fiesta que celebraban en un apartamento cuando irrumpieron de pronto seis encapuchados armados con pistolas y revólveres.
Uno de los sujetos se dirigió a Fernández y, tras colocarle una almohada en la cabeza, le disparó a quemarropa, según la Fiscalía.
Después despojaron a varias personas que se encontraban allí de algunas de sus pertenencias.
Los encapuchados habrían huido, de no ser porque quien conducía el vehículo no conocía las calles del centro de San Isidro de El General.
Tras un cierre de vías, fueron detenidos por oficiales de la Fuerza Pública en el barrio Sinaí.
Tenían en su poder dos armas de fuego, tres pasamontañas, un celular y dos pares de guantes, según informes del OIJ.
Entre ellos hay varios agentes de seguridad privada y un salonero. La Policía no tenía ayer claros los móviles del crimen.
La oficina de prensa del Poder Judicial los identificó como de apellidos Araya, García, Rodríguez, Rivera, Mena y Fernández.
Desde entonces (4 de agosto del 2009) están detenidos.
Al parecer, solo uno de los acusados –la Fiscalía no precisó cuál– estaba enemistado con Fernández por razones desconocidas.
El juicio se inició el 15 de febrero anterior, pero ha sido suspendido en varias ocasiones por diversos trámites legales.
Hasta ayer ninguno de los imputados había dado problemas.
El debate fue suspendido anoche en momentos en que la defensa hacía uso de la palabra. Para hoy está prevista la sentencia.