Los asesinos de un matrimonio de origen cubano, ultimados el viernes en unos apartamentos de Jacó de Garabito, Puntarenas, quedaron grabados en el sistema de circuito cerrado del edificio.
Así lo reveló ayer el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Jorge Rojas, quien, sin embargo, comentó que se trata de “imágenes muy borrosas”.
Expertos analizaban ayer el video y, con algunas técnicas, intentarán mejorar esas imágenes.
Rojas dijo que “las sombras”, sin precisar cuántas, llevan varios paquetes que sustrajeron del apartamento de las víctimas.
El contenido de los bultos –pequeños, según el OIJ– es por ahora un misterio para las autoridades.
La Policía Judicial también recibió informes acerca de la desaparición de una computadora del lugar. No obstante, Rojas insistió ayer en que todavía no tienen claro cuál fue el móvil del doble crimen en Jacó.
Las víctimas se llamaban Alfredo Espinoza, de 76 años, y Tania Espinoza, de 64.
Ambos estaban atados de pies y manos. Además, según confirmó el director del OIJ, tenían tres bolsas de plástico en la cabeza que se las amarraron fuertemente al cuello. “La intención era que murieran por asfixia”, añadió.