Abogados litigantes coincidieron en afirmar que el exceso de trabajo y la inexperiencia son los principales factores que podrían influir para que se frustren los llamados “casos sonados”.
Uno de estos abogados, Alexánder Rodríguez Campos, dijo que en el Ministerio Público hay mucha movilidad de funcionarios. “No sé si el estrés laboral o la calidad que les exigen, hacen que muchos fiscales opten por el puesto de juez”, añadió Rodríguez.
Según dijo, es necesario que los fiscales hagan carrera y se les incentive para que se mantengan en el puesto. “La cantidad de trabajo, la complejidad de los casos y el no haber un escalafón de ascensos, hace que mucha gente se desestimule”, afirmó.
“El Ministerio Público ha debido recurrir a abogados que tienen una preparación incipiente. Hay fiscales que apenas están empezando, y los defensores hacen fiesta con abogados tan nobles”, manifestó Rodríguez.
El abogado Érick Ramos Fallas consideró que la celeridad con que se llevan las investigaciones, las presiones y la falta de rigor “ocasionan que los fiscales se aparten de la ley y se marginen los derechos fundamentales de los imputados: de ahí que los jueces, por la clara violación de las garantías, desatiendan las pretensiones de los fiscales”.
Otras críticas. Federico Campos Calderón, otro abogado penalista, expresó: “La Fiscalía ha errado en varios casos porque quienes han estado a cargo de las investigaciones se han precipitado y no han impedido la eventual contaminación de las pruebas”.
Campos agregó que eso sucede por la inexperiencia, el deficiente conocimiento jurídico y la falta de capacitación técnica.
“A muchos fiscales les faltan conocimientos en asuntos bancarios, bursátiles, inmobiliarios y financieros. Esto genera que se haya incurrido en errores que han dado al traste con procesos penales importantes y que requieren de esos conocimientos”, consideró el litigante.
El jurista Henry Vega Salazar se mostró preocupado pues dijo que lleva un caso en el que, luego de varias resoluciones, “jueces y tribunales manifestaron la inercia del Ministerio Público para llevar una investigación; pero los fiscales continúan empeñados en seguir el proceso judicial”.
Finalmente, Eduardo Araya, quien fungió como fiscal general de la República y actualmente es litigante, consideró que los fiscales fallan al no llevar casos bien sustentados.
Para la mayoría de los abogados consultados, este es un buen momento para que los problemas sirvan como llamadas de atención y para que se otorguen más recursos al Ministerio Público.