El Tribunal de Juicio de San José condenó ayer a un año de prisión al exsindicalista del ICE, Fabio Gerardo Chaves Castro, por el delito de lesiones graves contra un hombre, al que agredió en un bar.
El hecho ocurrió la noche del 18 julio del 2003 en la Chicharronera Rancho Alegre, en avenida tercera, calle 11, en San José.
La víctima es Gilberth Sánchez Solano, de 41 años, un cliente que se encontraba en negocio.
Los jueces Patricia Solano Castro, Luis Gerardo Bolaños González y Martha Muñoz Delgado también sentenciaron a Chaves a pagar ¢6 millones al agredido pues la golpiza le provocó una “incapacidad parcial permanente” en una rodilla.
La Nación localizó ayer a Fabio Chaves para obtener su versión, pero él reiteró que no da declaraciones a medios del Grupo Nación y, además, alegó que el asunto es parte de su vida privada.
Chaves, de 53 años y quien dejó la presidencia de la Asociación Sindical de Empleados (Asdeice) el 23 mayo, no irá a prisión pues los jueces le cedieron la ejecución condicional de la pena por cuatro años.
Hechos. Tanto en la acusación presentada por el Ministerio Público como en la del afectado, por medio de su abogada Zaira Salazar Castro, el día del pleito, Gilberth Sánchez llegó al bar y se sentó en la barra junto con un amigo.
Poco después entraron al negocio varios hombres y mujeres que ocuparon unas mesas.
Según la acusación, Sánchez tuvo algún tipo de contacto visual con una de las mujeres del grupo de Chaves, aunque no le habló.
Cuando Sánchez se retiraba del sitio junto a una amiga, el entonces sindicalista le dio un golpe en la cara, dice la denuncia.
Zaira Salazar dijo ayer que su representado padece un problema auditivo, el cual le hace perder el equilibrio. Por eso, cayó al suelo.
El afectado dijo en el juicio que, estando allí, le comenzaron a propinar puntapiés.
Gilberth Sánchez pasó 21 días internado en el Hospital San Juan de Dios y se le sometió a una cirugía en la rodilla derecha, por lo cual los médicos lo incapacitaron durante cuatro meses.
No obstante, un dictamen de la Medicatura Forense determinó que la incapacidad real para efectos de juicio era de dos meses. Además, determinaron que la víctima perdió un 5% de la movilidad de la rodilla.
Esa dolencia, alegó la querellante, le impide a Sánchez jugar “bola” con los hijos. Zaira Salazar agregó que con esos antecedentes fue que se acusó a Chaves del delito de lesiones graves, castigado con prisión de uno a seis años.
Esa normativa sanciona si la lesión produce un debilitamiento permanente en la salud.
“Nosotros, y a pedido del Gilberth Sánchez, pedimos en debate la pena mínima, porque el interés no era mandar a Fabio Chaves a la cárcel sino que le sirviera de de escarmiento y no fuera tan agresivo”, dijo la abogada.
Otra causa. Fabio Chaves todavía tiene pendiente otra causa judicial también por otro pleito. Ese incidente sucedió el 18 de agosto del 2007 en el bar Las Palmeras, en barrio México, San José.
En esa ocasión Chaves y otros sindicalistas presuntamente, agredieron a Mario Coto Fernández y a Miguel Bravo. Coto dijo ayer a La Nación que este miércoles tienen una audiencia.