Ciudad Quesada. Esposado y escoltado por dos oficiales de la Sección de Cárceles del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el exdiputado Rigoberto Abarca Rojas (60 años) ingresó ayer a las 8:12 a. m. a la Unidad de Admisión de La Marina, San Carlos.
Allí, fue ubicado en el módulo A, donde compartirá el espacio con otros 197 privados de libertad, condenados por todo tipo de delitos.
Abarca se entregó el lunes al Tribunal de Juicio de San Carlos, 41 días después de que este mismo despacho girase una orden de captura en su contra para que cumpla una pena de cinco años de prisión por el delito de peculado.
El exlegislador llegó el lunes a las 4:30 p. m. a la sede del OIJ en Ciudad Quesada, y debió pasar esa primera noche en una celda judicial, pero ayer en la mañana fue llevado al centro penitenciario.
Rigoberto Abarca fue sentenciado en primera instancia el 9 de febrero del 2009, cuando se le encontró culpable de usar fondos públicos para la compra irregular de una finca.
El delito de administración fraudulenta se cometió en perjuicio de la Asociación de Vivienda San Juan y del Estado.
No obstante, fue el 7 de diciembre pasado cuando los magistrados de la Sala Tercera fallaron sobre un recurso de casación presentado por el abogado de Abarca, y confirmaron los años cárcel, pero recalificaron el delito a peculado.
Llegada. El ingreso del recién graduado en Administración de Empresas despertó la curiosidad de algunos internos, quienes lo saludaron a la distancia y con respeto.
Uno de los oficiales del OIJ cargó con una bolsa plástica, color blanco, que llevaba ropa y otros objetos de uso personal del nuevo recluso, quien a las 8:47 a. m. fue ubicado en su módulo.
Édgar Rodríguez, director de La Marina, una de las menos problemáticas del país, dijo que Abarca tendrá el mismo trato que los demás sentenciados.
“Él no ha pedido trato preferencial alguno”, aseguró el jerarca del centro penal.
De los 197 presidiarios del módulo A donde está el exparlamentario, 108 tienen cama con colchón. El resto no cuenta con esa facilidad.
Abarca tiene una larga trayectoria como dirigente político del PUSC en San Carlos, lo que le permitió alcanzar algunas posiciones en la función pública.
Fungió como delegado presidencial en el gobierno de Rafael Ángel Calderón Fournier (1990-1994) y luego fue diputado en la administración de Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002).
Abarca es maderero y ganadero. Tiene inversiones en Nicaragua, en Sarapiquí (Heredia) y propiedades en su natal San Carlos.