A diferencia de las donaciones de montos millonarios que se hicieron el año pasado en pueblos de Upala y Los Chiles, fronterizos con Nicaragua, esta vez las cantidades reportadas por la Fuerza Pública fueron muy inferiores.
Carlos Núñez, subdirector regional de la Fuerza Pública, confirmó que a una familia del barrio conocido como La Managuita le dejaron en el corredor de la casa dos sobres que en conjunto contenían alrededor de ¢80.000.
Los sobres, de color blanco tipo carta, tenían escrita en tinta azul “Cristo te ama”.
El dinero fue distribuido por los ocupantes, no identificados, de un microbús blanco que ingresó muy rápido a la barriada y desapareció sin dejar rastro.
La Policía se enteró de lo sucedido cuando fue alertada por una mujer que, un poco asustada, comunicó que un hombre tocó varias veces a la puerta de su casa, y como no le abrieron, lanzó los sobres en el corredor y se marchó sin decir palabra alguna.
El oficial Núñez dijo no saber el número de sobres repartidos por los individuos alrededor de las 7 p. m. del martes.
Agregó que una de las familias, preocupada por la aparición de extraños en el pueblo, optó por entregar el dinero a la misma Fuerza Pública que, a la vez, lo hizo llegar a la Fiscalía en Ciudad Quesada, la cual ayer mismo ordenó una investigación.
Sin embargo, a las autoridades les llama la atención que los donadores siempre permanezcan en el anonimato.
La segunda posibilidad es que detrás de las regalías estén grupos mafiosos con la pretensión de reclutar a vecinos para que los apoyen en acciones ilícitas.
El año anterior un desconocido entregó ¢10 millones a una vecina de San Ramón de Upala y un posterior análisis de los billetes, efectuado por expertos judiciales, concluyó que muchos de ellos tenían partículas de cocaína.
En la misma zona varias familias pobres recibieron semanas después ¢175.000 y ¢500.000, según la Fiscalía y el Organismo de Investigación Judicial.