Custodio y la hija de un recluso orquestaron fuga de La Reforma

Un policía penitenciario que fungía como supervisor en el módulo de Máxima Seguridad y una hija del fallecido recluso Joehl Araya, orquestaron el plan para la fallida fuga de la cárcel La Reforma.

Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvieron ayer por la mañana al policía, de apellido Castro, y a la mujer, de apellido Araya, junto con otros tres hombres sospechosos de colaborar con la huida.

La tarde del miércoles 11 de mayo, siete reos con armas de fuego, liderados por Araya, obtuvieron las llaves de sus celdas, salieron y tomaron como rehenes a un grupo de custodios y funcionarios administrativos de la cárcel.

Policías élite del OIJ y el Ministerio de la Presidencia enfrentaron con los amotinados a balazos y frustraron el escape. Un custodio y dos prisioneros fallecieron.

Once días después del suceso Araya, de 45 años y condenado a prisión por el homicidio de un policía penitenciario en un intento de fuga en el 2006, apareció sin vida en su celda como consecuencia de una golpiza propinada por los custodios.

Organización. Jorge Rojas, director del OIJ, dijo que identificaron al custodio Castro como la persona que facilitó el ingreso de las armas para los reclusos y les entregó las llaves de las celdas.

La hija de Araya y los tres hombres se encargaron desde fuera del penal de conseguir teléfonos celulares para los presos, un vehículo cargado con armas para la huida y una vivienda en Alajuela que iba a servirles de escondite.

Rojas dijo que el financiamiento para la fallida operación lo aportaron familiares de Araya. No precisó cuáles ni el origen del dinero.

El fiscal general, Jorge Chavarría, dijo que la hija de Araya, y Castro, tuvieron “un contacto estrecho” que está acreditado “por la base indiciaria”. “Los hechos denotan una interconexión interna y externa (de la cárcel) sumamente peligrosa. Precisamente este tipo de actuar es el de la criminalidad organizada”, afirmó.

Rojas añadió que dos miembros de la red ya estaban encarcelados.

Uno fue detenido el 15 de mayo en Pococí como sospechoso de alquilar la vivienda en Alajuela. Otro fue arrestado por narcotráfico. Los siete enfrentan cargos por evasión, favorecimiento de evasión, tenencia de armas, acopio de armas no permitidas, y asociación ilícita.