Un costarricense que cumplía una condena de 10 años en una cárcel mexicana por intentar ingresar al país azteca con 650 gramos de heroína, murió de un infarto este jueves en un centro penal, según el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación de México.
El hombre fue identificado con los apellidos Sáenz Sánchez y cumpliría 70 años en agosto próximo.
Sáenz fue encontrado junto a su cama en la prisión de Morelos. El hombre fue trasladado al hospital donde se le practicaron masajes de resucitación, y fue declarado fallecido a las 7:55 p.m. de este jueves, debido a un infarto, según el informe de las autoridades mexicanas.
Toda esta información fue confirmada por la cónsul general de Costa Rica en México, María Amelia Higaldo.
Según Higaldo, la liberación del cuerpo no podrá hacerse antes del lunes en la tarde.
Los costos de cremación, los trámites de permisos y el traslado de las cenizas al Distrito Federal ronda los $1.700, suma con la que no cuentan los familiares, según lo explicó la funcionaria.
"La familia nos manifestó que no cuentan con esa cantidad de dinero, y como suele ocurrir, el Consulado ha dicho que respalda una eventual gestión de solidaridad entre los paisanos que integran la colonia de costarricenses en México para que ofrezcan su colaboración voluntaria", dijo Higaldo.
Sáenz Sánchez fue detenido en setiembre del 2005 cuando intentaba cruzar en un autobús la frontera entre Guatemala y México.
El hombre era vecino de Zetillal de Goicoechea, San José.
Al parecer Sáenz se iba a ganar unos ¢243.000 por trasladar a México 650 gramos de heroína, los cuales llevaba escondidos en las plantillas de sus zapatos, según informó la agencia de noticias Notimex.