Un niño de cinco años que no sabía nadar fue arrastrado ayer por la corriente del río Tiribí a su paso por López Mateos, distrito de San Sebastián. Al cierre de edición permanecía desaparecido.
El menor bajó al río sin permiso de su madre, Vivian Valverde. Lo hizo en compañía de otro niño de 10 años.
Fue este último quien ascendió por el cañón hasta la casa de la mencionada familia (en la urbanización Los Mojados) para dar aviso del infortunio, minutos antes de las 3 de la tarde.
“Hace como 15 días fue por primera vez al río con un grupo. Me fui a traerlo y lo regañé. Le prohibí que fuera.
“Hoy (domingo) me pidió permiso para ir a la casa de un vecino. Al rato vino el otro niño a decirme que a mi hijo se lo había llevado el río”, narró la señora.
Valverde dijo que el menor se quitó el pantalón corto de mezclilla para buscar algo entre las piedras.
“Se quedó en bóxer. Yo me encontré el pantalón”, agregó .
Aunque en esta época el río no tiene gran caudal, el menor cayó en un sitio de marcada turbulencia.
La búsqueda se extendió por más de un kilómetro hasta una represa cercana al puente de acceso a Alajuelita. “Lo único que nos queda es bucear porque la visibilidad es nula. Hay mucha basura. Hay que meter buzos en la represa, así como en la caída de agua.
“Lo mismo hay que hacer en varias pozas”, explicó Luis Carlos Huertas, de la Cruz Roja.
Mínor Carballo, jefe de paramédicos de la benemérita institución, explicó que, por falta de luz natural, las labores de rastreo se suspendieron hasta hoy. El operativo está previsto para las 7 a. m.
“Es imposible meter lámparas en el cañón del río”, manifestó.
El niño desaparecido es el menor de cuatro hermanos. Acude al nivel materno del