“Yo creo que algún fantasma redactó este proyecto”. Con esa frase, el magistrado Carlos Chinchilla cuestionó que el proyecto sobre brazaletes para reos, acogido por la Plena Tercera, fuese redactado por la Defensa Pública.
El magistrado presentó ayer un informe en el que se opuso a las propuestas que incluyó la Defensa para liberar reos bajo ciertos supuestos, como los sentenciados por primera vez a seis años o menos, o las mujeres embarazadas.
Chinchilla recordó que ya se habían pronunciado, en setiembre del 2011 y febrero del 2012, a favor de dos textos originales que pretendían utilizar la pulsera solo en casos de libertad condicional, prisión preventiva y casos de violencia doméstica.
Sin embargo, dijo que el nuevo texto sustitutivo cambió la naturaleza inicial de aquellos dos planes.
Según expresó, a seis años de prisión pueden condenarse personas que se han robado vehículos, se han metido a robar en casas con armas, están ligadas con el narcotráfico, o intentaron matar a su pareja, entre otros posibles delitos.
“Si la ley no le pone límites, aplica a toda sanción penal aunque sean delitos violentos, criminalidad organizada. Si se quiere buscar un punto medio, hay que seguir la recomendación que hace el ministro de Justicia (Fernando Ferraro) a delimitarlo a tres años de prisión”, afirmó Chinchilla.
Dijo que si se incluyen reos por enfermedad física, saldrían aquellos que “se quiebren un dedo”; si se incluyen los adictos, se debe considerar que hay muchos reos con adicciones; y si se toma en cuenta el principio de humanidad, saldrían todos los reclusos.
Además, afirmó que si se incluyen mujeres embarazadas o con hijos menores de edad o dependientes, esto representaría un “tiquete de salida” para gran parte de la población femenina.
Chinchilla también se opone a que un día con brazalete cuente como un día de prisión.